
“Aguante La Lepra”; profiere un grito la hinchada. Hay alborozo pero no festejo; Argentina es eso, alienta aunque duela. Aunque cualquier tiempo pasado fuera mejor. Llora el Coloso del Parque al ídolo que se marchó. Lo extraña, más en su cumpleaños, pero menos que mañana. Panamá no importa. “Sos grande, Gringo”. “Gabi Heinze, sho te extraño”.
Cómo no extrañar a alguien como él. ¿Pierna dura?, no importa. Empatiza, contagia a la bancada. ‘La hinchada más popular disfruta’, lo que más quiere es “huevo, garra y corazón”, dice la canción, y de eso andaba sobrado.
“Acá el fútbol es otra cosa”, explicaría un lugareño si se le preguntara por ello. De paladar fino, ser ídolo en el Parque Independencia no es fácil; la remera roja y negra la vistieron Bielsa, Maradona, Batistuta, Valdano, Sensini o Martino. Y en las inferiores comenzó a caminar Lío, el más grande, el más querido.
Orgullo herido, el más grande del interior, no siempre Newell’s fue campeón. Pero honra como pocos a sus ídolos; a los de siempre, a quienes muestra desde las plateas, y a los del verde pasto, que ven en las banderas una llamada a la responsabilidad. “La Lepra se siente; con La Lepra no se juega” (aunque tristemente hoy lo hacen). Y allá, abajo, todavía un exblanquivioleta, como Gabi, intenta recordar esta frase a quienes le rodean.
Diego ‘Pomelo’ Mateo da sus últimos coletazos donde ‘El Gringo’ aún es querido. Y a falta de fútbol le pone ganas, que es lo mínimo que se puede pedir a la hora de vestir la camiseta, sea esta cual sea, “la mía” con más motivo, pensará cualquiera. Y como a falta de fútbol le pone ganas, Mateo es aclamado entre los Maxi y Scocco no por hacerles de menos, sino por ser quien más lucha. Que nunca nos falte quien por nosotros muera…
De allá llegó Heinze, del mismo Newell’s Old Boys, para vestir la blanca y violeta. Corría el año 97, llevaba apenas un puñado de partidos en Primera. Luego llegó lejos, más que aquí. En París vendió más camisetas que Ronaldinho, fue capitán del United y retornó a casa con ‘Tata’ para ser campeón. Hoy es entrenador, por el momento poco exitoso. Director técnico de Godoy Cruz durante diez fechas, lo botaron por los malos resultados.
Si sigue tenaz, como cuando Sergio Kresic miraba a otro lado cuando él pasaba, podrá llegar. Mercado poblado, no es fácil ser DT. Tropiezo tras tropiezo, ‘la hinchada más popular’ le quiere; lo extraña. Lo demuestra hoy, diecinueve de abril, por su 38 cumpleaños. Y cómo no hacerlo. Quién no podría extrañar a un tipo tan honesto con el fútbol como era él.
De la escuela de Bielsa, como Pochettino, Pellegrino, Berizzo, Simeone o Sampaoli, dirá el tiempo si es adecuado, si tiene bases para triunfar. “Dale campeón”. Dale Newell’s. Dale Gringo. Acá no fuiste ídolo, pero quién sabe, quizá Valladolid, algún día, de nuevo, también, te piense; te coree. Porque tu huevo, garra y corazón devuelva, como devolvió a La Lepra, al lugar que merece y hoy no ostenta.
