El ascenso del San Pío X a la Segunda femenina permitirá que la estructura del club crezca de la mano del entrenador que ha logrado tal hito

Después de varios años intentándolo, el San Pío X se convirtió hace dos fines de semana en conjunto de la Segunda División femenina. El principal artífice del éxito es Martín Olmedo, técnico que llevaba todo ese tiempo buscando un hito histórico para el fútbol de Valladolid, toda vez que desde que lo hiciera el Juventud Rondilla en 2008 ningún otro equipo lograba ascender a la categoría de plata del balompié femenino nacional.
Por el momento, Olmedo apela a disfrutar de lo que le queda de liga antes de ponerse definitivamente manos a la obra a planificar un año, el próximo, con el cual no es nada conformista: “No queremos pensar solo en salvarnos”, dice. “Que sea el trabajo el que nos ponga en nuestro lugar”, añade, ambicioso, aunque también humilde.
Después de cuatro años intentándolo, ¿se puede decir que por fin se consiguió?
Sabíamos lo que queríamos y que esto tenía que llegar, no teníamos prisa. Era cuestión de tiempo que haciendo las cosas bien tuviéramos nuestra recompensa.
¿Cómo se gestiona la ansiedad y el ansia por subir?
Con mucho miedo, porque parece que las jugadoras tienen los años contados y que tienen mucha prisa, aunque yo siempre les he dicho que no por querer correr mucho e irse a otros clubes con mejores categorías iban a disfrutar más. No teníamos prisa, pero es verdad que el plazo no podía demorarse más por algunas de ellas. Confiando en el proyecto, creíamos que la meta tenía que ser corta.
La clave radica en las chicas que llevan juntas como bloque desde hace años, ¿no?
Sí, sin duda. A parte de las chicas las llevo entrenando desde que son alevines. Ha habido un bloque de cinco o seis chicas que han estado juntas y han sabido adaptarse a la llegada de otras jugadoras. Las han arropado, sin confiarse en exceso ni creerse más que nadie. No porque llevasen más años en el club o conmigo iba a haber un trato preferente; todas son especiales.
Además, contabas con un bloque joven…
La benjamina tiene quince años, va a cumplir dieciséis dentro de poco. Tengo a varias de diecisiete o dieciocho, alguna un poco más mayor… pero la media de edad del grupo es de dieciocho años.
¿Invita esa media al optimismo de cara al futuro?
A lo mejor esa juventud nos lleva a tener que hacer algún fichaje de alguna jugadora más veterana, pero no me preocupa mucho la edad. Lo fundamental es el equipo, trabajar en la nueva categoría igual que lo hemos hecho hasta ahora.

¿La permanencia es el objetivo?
Es lo primero, aunque si podemos querríamos aspirar a algo más. Yo conozco la categoría y sé que es una categoría competida, pero si vamos solo con la mentalidad de salvarnos nos vamos a acomodar. La suerte y el fútbol serán quienes nos pongan en nuestro lugar. Nuestra intención es competir por estar en mitad de la tabla. Con lo que tengo y con lo que estamos trabajando, creo que no vamos a tener ningún problema para salvar la categoría.
¿Cómo se ha recibido el ascenso en el club?
Están como un niño con zapatos nuevos, muy satisfechos con todo el trabajo que se ha hecho durante esta etapa. Están disfrutando, que también lo merecen. Es bonito que sean capaces de valorar lo que se está haciendo por el fútbol femenino.
Pero ya estarán trabajando en la nueva temporada…
Yo tenía claro que en el momento en que consiguiéramos el ascenso a Segunda necesitaríamos un filial, y ya está casi montado, competirá en Regional; tenemos ya entrenador y un grupo de chicas que jugarán. Y además seguiremos con el equipo infantil. Creo que se ha trabajado bien, que se está apostando por el fútbol femenino.
Esa estructura es clave para que esto no sea flor de un día.
Está clarísimo. Es importante que haya gente que venga a sumar savia nueva y calidad, pero me parece que es algo fundamental disponer de una estructura para seguir creciendo. Yo todavía pienso en disfrutar de este ascenso la jornada que me queda, y luego ya veremos, pero tengo claro que no quiero fichar por fichar. Lo que queremos es gente ilusionada, de aquí o fuera, gente humilde, que es con la que se trabaja mejor, como hemos visto este año.
