El delantero onubense comenzará a trabajar a las órdenes de Paco Herrera, aunque se desconoce su estatus real dentro del Real Valladolid. Tiene contrato con el primer equipo, pero su continuidad fue anunciada en el contexto del Promesas

Este lunes comienza la ‘era Paco Herrera’ con los pertinentes reconocimientos médicos y con el primer entrenamiento del Real Valladolid, que tendrá lugar en Los Anexos. Debido a la falta de efectivos, serán ocho los jugadores del filial que comiencen a trabajar un día antes de lo que por contexto natural les tocaba –el Promesas arranca el martes–. Entre ellos habrá uno cuyo nombre podría ir acompañado de un asterisco, el de Caye Quintana.
Cuando el departamento de comunicación del club anunció el veintidós de junio la situación contractual del plantel del filial, el delantero onubense se encontraba en la relación de jugadores que a priori iban (o van) a estar a las órdenes de Rubén Albés. Sin embargo, como él mismo se había encargado de aclarar en una entrevista en huelva24.com dieciséis días antes, cuando firmó lo hizo con la condición de que tener ficha con el primer equipo el segundo año, el que comienza.
No obstante, a pesar de que su contrato le garantizaba el ascenso, su futuro es una incógnita. No aparece en la actual relación de jugadores de la primera plantilla del Real Valladolid, actualizada esta semana que termina, aunque sí comenzará a trabajar a las órdenes de Paco Herrera. La duda que hay es si lo hará como relleno hasta que llegan más fichajes en la parcela ofensiva, a fin de ganarse un hueco, como Anuar, Toni y José, o porque realmente formará parte del equipo.
Lo cierto es que la primera opción no tendría mucho sentido, sobre el papel, ya que dado que ya no será jugador sub 23, no podría alternar apariciones entre uno y otro equipo. En esto, el reglamento de la Real Federación Española de Fútbol es claro en su artículo 226b, que limita a los menores de veintitrés años la participación de futbolistas del filial con el primer equipo (a excepción de los porteros) e indica que si subiera circunstancialmente, no podría volver a bajar al filial (y además su ficha debería ser actualizada por una ‘A’).
En ningún caso la dirección deportiva ha hecho referencia a su situación contractual ni a su estatus o condición futura, si bien conocida es la creencia de que su primer año como blanquivioleta no fue bueno. Apenas participó en una ocasión con el primer equipo –veintinueve minutos ante el Córdoba en la jornada inaugural del campeonato en Segunda– y sus 33 partidos con el filial se saldaron con solo siete goles, pobre bagaje para lo que de él se esperaba.
Suele decir Braulio Vázquez que no existen malos jugadores, sino pobres rendimientos, y en el departamento que dirige la sensación es que el suyo ha sido así. En todo caso, se desconoce si contará con una segunda oportunidad real, para resarcirse, con el trabajo que comienza este lunes a las órdenes de Paco Herrera, o si se le buscará una salida, como cabía esperar a tenor de la valoración que dentro del club se hace de su participación con el filial.
Volviendo a la entrevista antes citada, Caye tiene claro lo que dice su contrato y al menos en un principio a eso parece aferrarse. De hecho, el malestar por no haber contado con más oportunidades arriba durante la campaña pasada fue uno de sus principales lastres durante el curso, que le llegaron a costar incluso la titularidad en el tramo decisivo.
Con esta, se le suma otra incógnita al comienzo de la pretemporada, añadida a otras como la continuidad o no de Álvaro Rubio, a la situación de Víctor Pérez o a la de Vincenzo Renella, cuyo futuro no está claro a pesar de que Braulio se ha encargado de afirmar varias veces que cuenta. No será poco el trabajo que el gallego deba añadir a los fichajes pendientes de hacer, por tanto. También, con protagonistas a priori inesperados como es el delantero onubense.
