El técnico gallego está alcanzando el éxito en la que es su tercera etapa en el conjunto alicantino, un club de donde no salió muy bien parado en sus dos anteriores intentos a pesar de lograr buenos resultados.
 El camino entre el equipo próximo rival del Real Valladolid, el Hércules de Alicante, y su entrenador, Juan Carlos Mandiá se ha cruzado en varias ocasiones con idéntico resultado: un divorcio entre club y entrenador.
El camino entre el equipo próximo rival del Real Valladolid, el Hércules de Alicante, y su entrenador, Juan Carlos Mandiá se ha cruzado en varias ocasiones con idéntico resultado: un divorcio entre club y entrenador.
Es la tercera vez que ambos se tropiezan con la misma piedra, aunque quizá no se pueda considerar excesivo el ‘tropiezo’ ya que, a pesar de las malas salidas que ha tenido el técnico en el conjunto blanquiazul, sus resultados cosechados no podrían haber sido mejores.
El entrenador originario de Alfoz llegó al Hércules, por primera vez, en el año 2004 tras haber clasificado al CD Logroñés para la fase de ascenso a segunda división y no conseguir dar el salto a la categoría de plata en su primera etapa como entrenador.
El técnico lucense cogió a un Hércules al que un destituido Juan Carlos Granero no había sido capaz de sacar el máximo rendimiento, teniéndole en la mitad de la tabla del grupo III de Segunda B. La llegada de Mandiá supuso la reacción de los herculanos, que terminaron entrando en play-off y, tras eliminar al Ceuta y al Alcalá, ascendieron a segunda división a final de temporada, ya en el año 2005.
La siguente temporada, ya en segunda, supuso el primer capítulo negativo en la relación de amor-odio entre Mandiá y el Hércules. El técnico gallego es destituido en la jornada veinticuatro cuando los alicantinos se encontraban en decimoséptima posición y su relación con los dirigentes distaba mucho de ser cordial.
La directiva blanquiazul estaba esperando el momento adecuado para colocar a Bordalás en el banquillo, un técnico que gustaba en el club y que, finalmente, tampoco logró resultados mucho mejores, ya que acabó la Liga en la misma posición en el que la que cogió al equipo, decimoséptima.
La estancia de Bordalás en el Hércules tampoco duró mucho más y apenas un par de meses después de iniciarse la temporada 2006/07 Yosu Uribe ocuparía su lugar en el banquillo. Entretanto, Mandiá se hacía un hueco en el Real Madrid Castilla, primero como segundo de Míchel y, tras el descenso del filial blanco a Segunda B, como entrenador principal. Con el Castilla finalizó la Liga en quinta posición, sin poder acceder al play-off de ascenso.
Tuvieron que pasar dos años para que se escribiese el segundo capítulo de la relación entre el Hércules y Mandiá. En esta ocasión, tras su mala salida en la anterior etapa, el conjunto herculano tuvo que llamar la atención del gallego ofreciéndole plenos poderes. Sería entrenador y manager general deportivo.
 Bajo su batuta volvieron al Hércules los buenos momentos y con ellos, Mandiá estuvo cerca de lograr un nuevo ascenso, esta vez hubiese sido a primera división, pero el equipo, finalmente acabó en cuarta posición.
Bajo su batuta volvieron al Hércules los buenos momentos y con ellos, Mandiá estuvo cerca de lograr un nuevo ascenso, esta vez hubiese sido a primera división, pero el equipo, finalmente acabó en cuarta posición.
El destino le dio una oportunidad a Mandiá para resarcirse de su anterior salida del Hércules. En la temporada siguiente, 2009/10, en plena planificación de la pretemporada, el técnico gallego abandonó Alicante con contrato en vigor para marcharse al Racing de Santander, de primera división.
Fue un golpe duro para el Hércules porque Mandiá había dado, previamente, bajas de jugadores considerados importantes por la afición como Rubén Navarro o el capitán Sergio Fernández.
Sin embargo la jugada le salió bien al Hércules que consiguió el ascenso con su sustituto, Esteban Vigo, y no tanto a Mandiá que no triunfó en el Racing, donde fue destituido en el mes de noviembre.
Tras dejar el Racing, con el Hércules ya en primera en la pasada campaña, Mandiá fue elegido como sustituto de Gonzalo Arconada, esa misma temporada, para enmendar la situación de un Tenerife a la deriva.
No pudo enderezar la situación y fue el segundo de los cuatro entrenadores destituidos por los chicharreros en la pasada campaña en lo que fue su descenso a Segunda B.
La vida puede llegar a dar segundas oportunidades, pero Mandiá no ha tenido dos sino hasta tres con el Hércules. De nuevo vuelve a liderar con éxito el proyecto alicantino, pues son los actuales líderes de la categoría de plata.
A pesar de su relación de amor-odio con el club, afición y dirigentes lo cierto es que el Hércules es el único equipo en el que Juan Carlos Mandiá ha logrado triunfar en el mundo del fútbol en su etapa como entrenador.
 
			