Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Foto: Girona FC
A seguir invicto. El objetivo es fácil de pronunciar en voz alta, pero no tanto de cumplir. Si bien es cierto que el Real Valladolid está dando unos primeros pasos más o menos estables en este arranque liguero, se trata de una obviedad que el primer tropiezo llegará tarde o temprano. Pero de eso se trata, de retrasarlo lo más posible para que el equipo termine de creerse su condición de candidato al ascenso directo y se haga valer ante los demás.
Importante apunte este último, ya que precisamente quien visitará Zorrilla este sábado se espera que sea un hueso de esos duros de roer. Un Girona que, si todo sale según lo previsto, confía en ser de esos que acaben lidiando en la parte alta de la clasificación cuando el campeonato se encuentre en su fase más avanzada. ¿Qué espera en el feudo blanquivioleta? Desde luego, un partido de esos con tensión.
A base de goles
Atrás quedó la temporada pasada, cuando los de Pablo Machín, quien por cierto sigue marcando tendencia y estilo futbolístico en el banquillo gerundense, volvieron a quedarse otra vez más a las puertas de la gloria de la Primera División que le arrebató Osasuna en la final del play-off. Y van dos, tras la misma situación el año anterior.
Pero eso ya no importa. Ahora se trata de dejar atrás todos aquellos recuerdos negativos y que hubieran supuesto un vuelco en la historia del club, con la intención de volver a soñar esta temporada. Para ello precisamente se ha vuelto a confiar en el principal artífice, Machín, quien ya ha hecho del club albirrojo una imagen de sí mismo, es decir, de esfuerzo y entrega. Por eso, la palabra rendición no existe en su diccionario.
Y es que todo debería tirar para arriba, al menos sobre el papel, para este club que en abril del año pasado cayó en manos de un grupo inversor español –se desconoce su nombre por una cláusula en el contrato– para que acto seguido, en junio, la empresa TVSE Fútbol se convirtiera en accionista mayoritario. ¿La buena noticia para los aficionados catalanes? Pues que de esta manera el presupuesto se ha disparado considerablemente.
Pero hablando de lo meramente deportivo, y más allá de las incorporaciones que haya podido realizar el Girona, lo cierto es que en estas dos primeras jornadas el equipo se ha mostrado como un bloque sólido, con madera buena, de esos que si las cosas no se tuercen aspirará alto. Y si no que se lo digan al Sevilla Atlético, que vio como en la primera jornada le igualaban un 3-1 en el descuento y al Elche, que se llevó un contundente 3-1 hace tan solo unos días.
Buen estilo, buen resultado

Foto: Girona FC
Y lo que es mejor de todo, los de Pablo Machín, segundos en la tabla con cuatro puntos aunque empatados con el propio Pucela, han sabido resolver la papeleta de los dos primeros encuentros con un juego resultón y adecuado, de esos que entran por la vista a propios y extraños. Sin duda lo de Sevilla fue mejorable, pero qué mejor síntoma que una remontada para arrancar cuando se supone que la mayoría de conjuntos siguen todavía haciendo el rodaje.
En el ‘debe’ de los catalanes debe ponerse sin duda la cantidad de goles encajados, ya que en estos 180 minutos han sido capaces de llevarse hasta cuatro dianas en contra. Parece que la incorporación este verano de un ex blanquivioleta como Juanpe no ha hecho demasiado bien en este sentido.
Sobra decir que la estadística, de un tanto por cada parte de cada partido, no es precisamente demasiado buena si bien para compensarla está el hecho de que hayan transformado seis a favor. Buena respuesta, sin duda.
Y como en todo equipo tiene que haber un ‘killer’ que apunte maneras, parece que en este Girona están llamados a ello Longo, una apuesta segura que a pesar de su juventud ya ha pasado por el Inter italiano, el Rayo Vallecano o el Espanyol y se ha encargado de transformar dos de los seis mencionados goles, o Rubén Alcaraz, quien se encargó de echarse al equipo a las espaldas ante el filial sevillista para convertir los dos goles en el descuento y firmar el empate. Desde luego, el encuentro no se plantea fácil este sábado.
Curiosidad del rival de esta jornada: Precisamente el nombre del Real Valladolid aparece en uno de los registros negativos de la historia del Girona FC. Según las bases estadísticas, el Pucela consiguió endosarle un aplastante 8-1 a un conjunto catalán que cayó con todas las de la ley en Zorrilla, siendo esta la derrota más abultada a domicilio. Claro que por aquel entonces era la temporada 1958/59 y ya nadie se acuerda de eso.
