Al máximo mandatario blanquivioleta le da “igual” si el Real Valladolid sufre si sigue cosechando triunfos como el logrado ante el Girona
Con la corbata de calaveras del debut liguero, en el que el Real Valladolid ganó al Real Oviedo, Carlos Suárez pasó por zona mixta y atendió a los medios después de que su equipo venciera al Girona. Con serenidad y optimismo moderado, se mostró contento con el triunfo de los blanquivioletas, ya que aunque hicieron “un poco el pijo” y recibieron el gol, siguen compitiendo y “cada vez ganan un poquito más”.
A su modo de ver, “las sensaciones son buenas, y eso se ha notado con los cambios”, puesto que el conjunto no se resintió tras las permutas. Ahora bien, como Paco Herrera, no lanza las campanas al vuelo: “Llevamos solo tres jornadas. Si lleváramos 37 y durmiéramos líderes tendría ilusión”, dijo, al tiempo que reconoció que este ‘sueño’ es anecdótico.
Aunque al final se sufrió, reconoció que le da “igual” sufrir si el resultado “va a ser así”. Pero, como a todos, le gustaría vivir un partido más plácido.
Por ejemplo, para seguir complaciendo a una afición a la que “hay que hacer muchas faenas” para que abandone al equipo, al que definió como “competitivo”. Pese a lo apurado del triunfo, por momentos los vallisoletanos ofrecieron un bonito espectáculo, recompensado con el apoyo de la hinchada. “No sé si han disfrutado o no han podido. Yo ha habido momentos que he dicho ‘ostras, como nos empaten me pego un tiro’. El equipo está creciendo y faltan cosas. Para conjuntarse tenemos toda la primera vuelta”, considera.
Solo “un pelo” impidió alcanzar los 8.000 asistentes (hubo 7.956). El máximo regidor redondeó en 10.600 socios los actuales y deseó que haya “un empujón” que permita superar los más de 11.700 del curso pasado. “Por si necesitáramos algo en enero”, alegó, y “porque este equipo se merece que vengan más“. “Somos 300.000 y muchos mil, y somos poquitos”, aseveró en este sentido con cierta amargura pero sin tono de reproche.
Asimismo, fue preguntado por la ovación de la grada a José, quien fue despedido por los aficionados puestos en pie. Y fue claro: “Se lo ha ganado. Nosotros no los ponemos ni los quitamos [a los canteranos], apostamos hasta que ellos mismos se descalifican. El año pasado demostró cosas y en pretemporada se ha ganado la titularidad; ha provocado el penalti, ha tenido ocasiones, en el otro partido hizo gol… Va a ser muy difícil quitarle la titularidad. El fútbol tiene estas cosas; el que trabaja tiene premio”, concluyó.