El entrenador del Real Valladolid, que compareció este viernes ante los medios, se muestra seguro y confiado en solucionar la sequía goleadora del equipo

No ha sido una semana fácil para el Real Valladolid y aún menos para su entrenador y líder del nuevo proyecto blanquivioleta, Paco Herrera. El míster dirigió como siempre el entrenamiento matutino del viernes para después enfrentarse a una rueda de prensa que, por la actual situación del equipo, se preveía iba a ser algo más amarga que las que hasta entonces se habían realizado.
Y es que el apasionante comienzo de un equipo que logró convencer e ilusionar a la grada del Zorrilla se ha ido torciendo poco a poco hasta colocarse en una situación que ha adquirido tintes peligrosos.
El míster salió dispuesto a despejar las inmensas dudas que han dejado las tres últimas jornadas ligueras. Tres jornadas en las que el Real Valladolid se ha ido de vacío y con las sensación de que la puntería y efectividad de cara a gol han brillado por su ausencia.
Sin embargo, Herrera lo tiene claro y, por si alguno de los allí presentes esperaba ver una versión derrotista de este entrenador, el técnico mostró rápidamente la plena confianza que tiene en su juego y en sus jugadores.
“Estamos más cerca de cosas buenas que de cosas malas”, aseguró en una de sus primeras intervenciones en rueda de prensa. El catalán fue claro y preciso en todas y cada una de sus palabras y achaca las derrotas de su equipo a un cúmulo de infortunios y pequeños errores personales que lejos de ser una verdadera preocupación pronto se habrán solucionado.
Para Herrera dar un paso atrás no es una opción pues el club está en la senda correcta. Tras examinar lo sucedido en los últimos partidos, desde el banquillo se tiene bien claro que existe una notable mejoría y que el Real Valladolid ha sido merecedor de la victoria en la mayoría de sus encuentros.
Obviamente, y como el propio míster reconoció, el principal problema está en la escasez de goles. Motivo principal por el que ha variado numerosas veces su alineación por ver si un cambio de esquema mejoraba la puntería, sorprendiendo con esto a muchos aficionados. Asimismo, estas rotaciones también han sido motivadas por la ausencia de algunos jugadores como Juan Villar, del que la grada ansía su regreso.
Del propio Villar, Herrera destacó que es un jugador que tiene gol, por lo que puede ser la receta para acabar con esta sequía. No obstante, el onubense no ha acumulado aún los minutos suficientes y su participación en el duelo del sábado no ‘podrá’ exceder los 45 minutos.
Además del extremo, en rueda de prensa salieron otros nombres como el de Ángel o Jordán, de los que el entrenador pucelano también quiso destacar su importancia en el equipo. Del primero, Herrera dice que abre un gran número de posibilidades en la banda izquierda por poder jugar tanto de lateral como en una posición más adelantada. De Jordán, uno de los que ya ha pasado por la enfermería, el cuerpo técnico espera poder contar más con él, pues necesita minutos para propulsar su crecimiento.
Al igual que hizo al inicio de su comparecencia, el técnico subrayó que los errores que se han visto son únicamente detalles puntuales y solo hay que darle ligeras pinceladas a un equipo, que a su parecer, es verdaderamente bueno y competitivo.
También hubo halagos para Alex Pérez e Igor y su buena efectividad a balón parado. Confianza para Ángel, Markel y José, con el que confía que llegarán los goles. Y un pequeño capote para Drazic, con el que aún hay que corregir algunas cosas.
Con todo lo dicho, el trabajo de Herrera, explicado por el mismo, se ceñirá en seguir construyendo una identidad para el Real Valladolid. Algo, que garantiza acabará consiguiendo y se verá pronto: “Tengo una fe ciega en el equipo. Una seguridad absoluta”.
El primer paso es reencontrarse con el gol. Una cosa que desquicia al míster por haber dirigido siempre equipos con grandes registros goleadores: “Hemos hecho tres goles y me parece poquísimo. Lo llevo fatal. Me duele en el alma”.
Para finalizar, no faltó un breve análisis del próximo rival, el Huesca, del que destacó su presión arriba, el rápido repliegue y contragolpe. También, para maquillar un poco sus críticas hacia los últimos arbitrajes, Herrera confirma que no habrá más quejas por su parte, pues si hay errores, solo él y sus jugadores tienen el poder suficiente para darle la vuelta.
