Ningún jugador del Pucela ha marcado más de un gol de los ocho totales que lleva el equipo este curso

Ni atrás, ni adelante. De momento, el Real Valladolid no está funcionando. Los groseros fallos en área propio durante los últimos partidos han brillado por lo negativo, ya que han costado puntos a un equipo que no le sobran. Pero también en ataque, donde el conjunto blanquivioleta no se ha mostrado acertado.
De hecho, ningún jugador ha repetido en los ocho goles anotados –seis en Liga y dos en Copa–. Y es que, pasados diez partidos, el dato es sorprendente. José inauguró una lista en la que también están Jaime Mata, Igor Lichnovsky, Míchel, Raúl de Tomás e Iban Salvador. Seis blanquivioletas para ocho tantos, ya que los otros dos fueron en propia puerta.
Los continuos cambios de Paco Herrera en el ataque invitan a pensar que no le ha gustado lo que ha visto. Han sido muchas las rotaciones desde el inicio del curso y a José, quien era el que menos había bajado su nivel, le tocó en el Ciudad de Valencia. Allí, contra el Levante, el apartado ofensivo tampoco funcionó, puesto que los dos goles fueron de aquella manera.
Ahora parece que con De Tomás la referencia ofensiva está clara, pero, precisamente, desde que este se asentó en el once, el Pucela empezó a contar los partidos por derrotas. Obviamente, no marcó goles, pero sí que tuvo ocasiones para ello. Con el punto de mira desviado –no solo él, claro–, los blanquivioletas han acusado demasiado ese desacierto y la falta de entendimiento, a veces, entre los del medio y los de arriba.
Ni siquiera el pichichi blanquivioleta de la temporada anterior, Juan Villar, se ha estrenado en este apartado; aunque también es verdad que no ha aparecido demasiado. El onubense fue el máximo goleador ‘por sorpresa’, por delante de los hombres que estaban a ser llamados ‘gol’ –como un Rodri Ríos que ahora sí que las mete–, y por eso se esperaba más de él. Bien es cierto que comenzó lesionado, pero las sensaciones son diferentes, como si continuara anclado al pasado.
Las rotaciones han hecho que casi todos los hombres de ataque hayan visto portería rival, pero el problema está en que ninguno se ha mantenido regular. El único que todavía no ha saboreado el gol es Drazic. Llegó el último, con retraso y, pese a dejar buen sabor de boca en su estreno en Aranda de Duero que le valió para ser titular ante el UCAM Murcia, no se ha vuelto a saber de él.
Paco Herrera ha hecho todo tipo de pruebas en la línea ofensiva y la tecla debería estar encontrada, aunque todavía puede sorprender con alguna extraña variación. El técnico parece haber encontrado en De Tomás a su ‘9’, que por el momento no es goleador. Ahora solo le falta encontrar a los mejores acompañantes para que la máquina, tras el ‘parón’ de cinco jornadas, vuelva a funcionar y dé los puntos que ya ha merecido en varias ocasiones.
