Pasado el primer cuarto de competición, esta clasificación queda más apretada que en la del curso anterior

El escalonamiento de la Liga Nacional Juvenil protagoniza el primer cuarto de competición. Después de ocho jornadas, la igualdad entre los equipos no solo se palpa en los campos, sino también en la clasificación, que este curso, comparado con el anterior, está más apretada.
La trágica temporada pasada para los equipos vallisoletanos ha llevado a tener solo tres representantes en el fútbol juvenil de plata. Hace un años, Parquesol, Arces y Villa de Simancas peleaban por eludir el descenso, en el que los dos últimos conjuntos se encontraban.
Los de El Palero, con ocho puntos, marcaban la zona roja. Con esos números, esta temporada estaría fuera de él y con cuatro unidades de ventaja sobre el descenso. De continuar la igualdad, parece el desenlace por arriba y por abajo se presenta todavía más apretado a final de temporada; aunque restan otros tres cuartos de competición en los que puede pasar de todo.
Pasadas las primeras ocho jornadas, la sensación es que cualquier equipo puede plantar cara a otro y sacar algo positivo. Por ejemplo, la CyD Leonesa lidera la tabla con dieciocho puntos (5V y 3E), sin haber conocido la derrota. Dos de las ‘X’ las consiguió frente al Victoria y la UD Santa Marta, pero lo otra fue frente al Numancia B, que ocupa la penúltima posición.
El cambio en la categoría de plata del fútbol juvenil ha venido mejor a los conjuntos vallisoletanos. Hay menos pastel para repartir y el nivel ha descendido, por lo que Real Valladolid B, UD Sur y Victoria han aprovechado todos los factores para confeccionar equipos competitivos y realizar un mejor papel.
Y las cosas de momento no pintan mal en comparación al curso pasado. El Pucela sigue manteniendo el ritmo del curso anterior y los otros dos representantes tienen mejores números que los que finalmente descendieron. La segunda temporada de Jonathan Prado al frente del conjunto blanquivioleta está siendo más positiva en cuanto a puntos, ya que, en 2015, tras la octava fecha llevaba trece puntos y ahora cuenta con quince en su casillero. Quizá le falte un paso más en ataque, pero va por el camino del crecimiento general, con menos goles encajados (once por siete).
Mientras, los otros dos equipos no tienen ese espejo para mirarse. La UD Sur quiere volver a sonreír después de un descenso más que anunciado de División de Honor. Ahora, con un lavado de cara en la plantilla y en el banquillo, la ilusión por pelear el ascenso está ahí. Aunque paso a paso, puesto que esa igualdad podría jugarle una mala pasada. Con quince puntos –los mismos que el Real Valladolid B– y en la cuarta plaza, el conjunto dirigido por Rubén Beltrán puede presumir de solo haber concedido una derrota.
De momento, la sorpresa mayor, por el lugar de dónde viene, la protagoniza un Victoria que ya ha enseñado los dientes. Su garra en los terrenos de juego le ha premiado con catorce puntos, que le colocan justo detrás de los otros dos equipos vallisoletanos. Los de Miguel de la Fuente apuestan por no encajar y ser eficaces en ataque. De esta manera, es uno de los que menos goles recibe –siete– del grupo de Castilla y León.
La situación de los conjuntos de Valladolid es positiva. Los tres se encuentran seguidos en la parte alta de la clasificación y tienen a tiro el liderato. Pero ese no es el objetivo de todos, ya que, por ejemplo, el Victoria llegó con la meta de mantenerse, aunque su técnico no teme mirar hacia arriba. Despacito y con buen toque.
