Las naranjas se asientan en la cuarta plaza tras vencer 2-1 al Zamora Amigos del Duero, con una segunda parte en la que mostraron una clara superioridad
Nunca llueve a gusto de todos. Y en el fútbol, menos. En la mayoría de los casos, un diluvio da lugar a un partido feo, tosco y sin fútbol. En esta tarde gris y lluviosa en el José Luis Saso se produjo una maravillosa excepción. Tanto el CD Parquesol como el Amigos del Duero brindaron al público un partido atractivo, que demuestra que la posición que ocupan ambos equipos no es por accidente. Aunque, en este caso, quien se llevó el gato al agua fue el conjunto local.
Las naranjas se plantaban delante de un partido trascendental. El Amigos del Duero se encontraba a tan solo un punto y si ganaba se pondría en esa cuarta posición que el Parquesol viene defendiendo desde la jornada seis. Se podría decir que era un rival directo, si finalmente su objetivo es el de ser cuartas.
Desde el principio ya se veía que el equipo vallisoletano quería cambiar la mala imagen que mostró la semana pasada ante el Dinamo Guadalajara. El técnico, Óscar González, sacó un once rompedor, donde colocó a Nata de central y a Mar en el centro del campo, dos posiciones poco habituales para ellas. Aunque mantuvo el mismo esquema, con Paulita de mediapunta y Ali de nueve.
Pero al Parquesol le costó transformar esas ganas en ocasiones en la primera parte. El dominio era de las naranjas, sí, pero de nuevo pisar el área contraria se hacía misión complicada. Eso no quita de decir que la mejor ocasión corrió a cargo de las locales, en un control orientado de Ali, de los muchos que hizo durante los noventa minutos, que acabó con un zurdazo que se estrelló en el poste derecho de la portería. Se le escapaba la oportunidad de irse al descanso por delante al Parquesol.
Y es que todo es más fácil con alguien como Ali. Dicen que los delanteros sirven para meter goles, pero la realidad es que un ariete, para ser determinante, tiene que hacer mucho más, y este domingo la nueve parquesolina fue un claro ejemplo. Bajó el balón con una facilidad pasmosa, buscó el desmarque en cada jugada y, en definitiva, resultó una auténtica pesadilla para la zaga zamorana. Y el partido le tenía preparado en la segunda parte su premio.
Porque además de todos esos atributos, Ali tiene otra virtud, y es que marca en momentos decisivos. Al igual que lo hiciera ante el Vallecas, volvió a marcar a los tres minutos, aunque esta vez, de la segunda mitad. Y no cualquier gol. Un pase en profundidad de Paulita que la dejó sola ante la portera y que resolvió con una vaselina que ponía al Parquesol por delante. Pero aún quedaba mucho por jugar –y por sufrir–.
El gol no hizo sino remarcar la superioridad de las locales. Porque tras el gol llegaron quince minutos en los que el conjunto naranja fue un auténtico ciclón. Las ocasiones venían desde cualquier lado. Las más claras, un cabezazo de Nata que paró Sara y otra de falta directa Mar, que volvió a sacar la guardamenta con un paradón. En síntesis, un arranque del segundo acto fulgurante, que se vio pronto empañado.
A los 48 minutos, en una jugada embarullada en el área naranja, el árbitro pitó penalti para las visitantes. Todo el esfuerzo de los últimos minutos parecía desvanecerse, más aún cuando Maru lo transformaba y ponía el empate en el marcador. El Amigos del Duero, sin apenas crear peligro, conseguía el objetivo de igualar.
Aun así, la trama del partido no se desvió mucho de su guion original. El Parquesol siguió con su dominio y la lluvia empezó a arreciar con más fuerza. Eso no hizo sino dar más tensión al encuentro, porque las naranjas volvieron a encontrar la puerta al gol, esta vez con Paulita Román como protagonista. Una gran acción combinativa que llegó a pies de la palentina que, como suele ser habitual, no falló en la definición.
Si se tuviera en cuenta el peligro ocasionado, sobre todo en la segunda mitad, el Parquesol no tenía motivos para ver amenazado el resultado, pero la distancia de tan solo un gol y el mal estado del césped por la lluvia pusieron en alerta a las chicas de Óscar González. Por ello, lejos de encerrarse atrás, aprovecharon que las zamoranas tiraron arriba a buscar el empate, las pillaron en alguna contra, aunque sin éxito, ya que el marcador se cerró con el gol de Paulita.
Una victoria de equipo. No podría darse otro tropiezo como el ocasionado en Guadalajara, donde la buena versión del conjunto naranja prácticamente no apareció. Esta tarde, ante su público y con la oportunidad de consolidar la cuarta plaza antes del parón de la próxima semana, no se podía fallar. Y las parquesolinas respondieron y se han ganado pasar quince días con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo, aunque sin perder de vista el siguiente encuentro que será, ni más ni menos, el primer derbi nacional femenino de la ciudad.
CD Parquesol: María Notario; Nuria (Cris, min.88), Pau, Crispi; Barbi, Mar (Tania, min.69), Sandra (Paula Martín, min.84), Judy; Paulita Román,y Ali.
Zamora A. Del Duero: Sara (Tania, min.79), Noe, Cristel (Fariza, min.79), Cris (Lili, min77), María Cepedia; Cynthia (Lara Morín., min.55), Sara Fernández, Maru, Lara Pastor; Bea y Saritilla.
Goles: 1-0, min. 48: Ali. 1-1, min. 69: Maru. 2-1, min.72: Paulita.
Árbitros: El árbitro del encuentro fue Aitor de Barbachano Plaza, asistido en las bandas por Javier Gutiérrez Garrote y Javier Torres Martínez.
Tarjetas: Por parte del CD Parquesol, amonestaron a Natalia y Paulita Román, además de a su entrenador, Óscar González. Por parte del Zamora Amigos del Duero, a la jugadora Noe y también a su técnico, Samuel Ángel Merino.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 11 del Grupo V de Segunda División Femenina. La lluvia no impidió que unas 80 personas asistieran al partido en el José Luis Saso