Resurreción o condena. Algó más que tres puntos se juegan mañana Valladolid y Betis en el nuevo José Zorrilla, aunque suene a tópico. Un triunfo de cualquiera de los dos equipos supondría un golpe de moral tremendo para el vencedor y un duro varapalo para el perdedor en la lucha por el ascenso, un objetivo que hace unas semanas parecía un mero trámite para los béticos y poco más que una utopía para los blanquivioletas. Pero lo sucedido la pasada jornada ha supuesto un punto de inflexión en ambos conjuntos.
Y es que mientras que el Real Valladolid recibía una dosis extra de moralina el pasado fin de semana tras vencer al Recre en inferioridad numérica, a la misma hora el Betis caía goleado en su campo por 1-4 ante el Elche, en la que fue la cuarta derrota consecutiva de los de Mel, la segunda seguida en el Villamarín.
Todo puede cambiar tras un partido, y prueba de ello es que el Pucela olvidó en parte los resultados de los últimos meses y se dio cuenta de que queda mucha Liga y puntos suficientes en liza para reconsiderar el objetivo marcado al inicio de la campaña.
Y por su parte el Betis hizo autocrítica para comprobar como la Liga Adelante no es un paseo y que una mala racha puede sacarte de los puestos de ascenso directo, a pesar de que cuatro partidos antes eran líderes con un cómodo colchón de puntos.
La situación en la que llegan ambos conjuntos al partido de mañana hace suponer un doble o nada. Si el Valladolid gana podría ser el inicio de la carrera hacía el play-off y si lo hace el Betis será el punto y final a una crisis que se prolonga desde la victoria sobre el Barça en Copa del Rey. Por otro lado, la derrota descartaría casi por completo al Valladolid y haría saltar el estado de alarma en el conjunto de Pepe Mel.
A pesar no conseguir ningún punto de los últimos 12, el equipo verdiblanco se presentará en Zorrilla con un once muy parecido al que la pasada semana cayese goleado ante el Elche.
Pepe Mel apostará una semana más por Goitia bajo los palos, a pesar de que el meta fue uno de los grandes culpables de la escandalosa derrota del pasado fin de semana. Finalmente parece que Casto no ha logrado convencer al míster a lo largo de la semana para ser la alternativa en la portería.
Mel hará un par de retoques en la zaga. Roversio volverá al eje central en sustitución de Miki Roqué y Nacho recuperará su puesto en el lateral izquierdo sustituyendo a Fernando Vega. El resto de la defensa la compondrán Isidoro en el lateral derecho y Dorado en el centro de la defensa.
En el centro del campo jugarán los habituales. El famoso trivote formando por Beñat, Iriney y Salva Sevilla, con este ultimo un poco más adelantado formando enlace con los hombre de arriba.
En el ataque tres jugadores: Jorge Molina, el pichichi de la pasada campaña con el Elche, que jugará pegado a la derecha. Achille Emaná, la estrella bética, que entrará por la izquierda en su segundo partido tras la lesión que le mantuvo fuera de los terrenos de juego en los últimos partidos. Y Rubén Castro, el máximo goleador verdiblanco que estará en la punta de lanza.
Así pues, el once de Pepe Mel será el compuesto por Goitia; Isidoro, Dorado, Roversio, Nacho; Beñat, Iriney, Salva Sevilla; Jorge Molina, Emaná y Rubén Castro. En el banquillo estarán el resto de los convocados: Casto, Miki Roqué, Cañas, Israel, Arzu, Miguel Lopes, Ezequiel y Jonathan Pereira.
Por su parte Abel Resino no podrá contar con Justo Villar, Marc Valiente, Sisi y Carlos Lázaro por lesión, y Óscar sancionado por su expulsión de la pasada semana ante el Recre. Además, el técnico no ha incluido en la convocatoria Álvaro Rubio y Raúl Navas. Tampoco a Ferreira, que está pendiende de la resolución del TAS.
Con estos condicionantes, el técnico manchego tendrá que introducir varios cambios respecto al once que venció la pasada semana al Recreativo de Huelva. Se mantendrá la duda en varias posiciones hasta poco antes del inicio del partido, ya que para sustituir a Justo Villar parten con opciones reales tanto Jacobo como el meta del filial Javi Jiménez.
Tampoco está claro quién ocupará el lateral derecho, pudiendo volver Pedro López o repetir Barragán. Jordi repetirá en el centro de la zaga, Antón remplazará a Óscar y Jofre ocupará la izquierda sustituyendo a Sisi. Abel podría apostar por repetir el doble pivote Baraja-Nafti.
Así pues, teniendo en cuentas las dudas en diferentes posiciones el once podría ser el siguiente: Jacobo o Javi Jiménez; Pedro López o Barragán, Juanito, Jordi, Peña; Nafti, Javier Baraja; Nauzet, Alvaro Antón, Jofre y Javi Guerra.
Dirigirá el encuentro, a partir de las doce de la mañana, el colegiado madrileño Cerro Grande.