El capitán pucelano vio la quinta tarjeta amarilla contra el Huesca y, después de 28 partidos jugándolo todo, tendrá que ver el encuentro contra el Levante desde la grada

Un vaso con agua por la mitad; ¿medio lleno o medio vacío? Todo depende de los ojos lo miren. Pues lo mismo pasa con Javi Moyano. El lateral diestro vio la quinta tarjeta amarilla de la temporada y se perderá el próximo partido del Pucela que será en Zorrilla y contra el Levante. ¿Un infortunio? Puede ser, pero también una oportunidad: Markel Etxeberría.
El vaso medio vacío. Moyano, indiscutible para Herrera, no podrá jugar contra el líder de la competición. Su estabilidad en la banda derecha estaba siendo contrastada con el buen hacer del lateral y su peso en el equipo debido a su capitanía. En la previa del partido, Balbi comentó que la defensa se encontraba más a gusto desde que juegan los mismos cuatro, habrá cambios.
El agua del recipiente llevaba moviéndose durante todo el partido y el gol en el 81 agitó demasiado al Pucela que desparramó el agua hasta ver el vaso medio vacío mas si cabe cuando Moyano, más por cabreo que otra cosa, impactó con sus tacos sobre un jugador rival. Amarilla clara.
El vaso medio lleno. El Pucela lleva un par de semanas dubitativo. Como aquel boxeador al que le dan en toda la cara y se queda grogui, pero sin caerse, aunque esperando el golpe definitivo o que uno de sus golpes desesperados dé en el rival y cesen los ataques. Quizá le venga bien un cambio de estrategia, quizá se necesite otra cosa o, más bien, otros futbolistas.
En estas aparece Markel Etxeberría. El lateral diestro cedido por al Athletic Club de Bilbao está casi inédito en Liga. Lo ha jugado todo en Copa del Rey, pero en Liga apenas suma 72 minutos, siempre jugando fuera de su posición –ha actuado como lateral zurdo y como medio derecho-. Y quizá el chaval tenga algo que decir. Al final, él necesita jugar, tiene 22 años recién cumplidos, y esta puede ser la mejor oportunidad que tenga para brillar. Además será contra un gran rival, el Levante.
Pero quizá su cambio venga de la mano con algún otro. En función de las características de Markel y del equipo contrario, Herrera tiene en su mano hacer más cambios en la zaga o por delante de esta; podría variar el esquema y pasar a un 4-3-3 para que los laterales reciban más ayudas en un partido que será, sin duda, muy complicado.
Que cada uno vea el vaso como quiera, pero una cosa está clara, solo hay un vaso, solo hay una realidad; al Real Valladolid se le está escapando el play-off.
