El entrenador el Real Valladolid B vuelve a destacar en Pasarón que ese es el principal objetivo del Promesas, por encima de un play-off que aunque estuvo cerca por momentos jamás ha sido un objetivo real

Rubén Albés apareció en la sala de prensa de Pasarón con la vitola de ser el entrenador de un rival directo del Pontevedra CF por la promoción. No es que el Real Valladolid Promesas se propusiera alcanzar estos puestos como objetivo, sino que la competición le colocó ahí. Y por eso la prensa local veía al vigués de esa manera. Puede decirse, por tanto, que para ello el triunfo tenía ese revestimiento: se dio ante un equipo con el que luchaba por esas posiciones de privilegio.
En el enésimo ejercicio de realismo y coherencia de la temporada, el técnico recordó cuál es la situación real de su equipo. “El enfoque de la realidad que tiene el Real Valladolid B probablemente es diferente al que se tiene desde fuera. El objetivo era la salvación, pero por circunstancias fuimos capaces de encadenar buenos resultados y estamos muy cerquita de la salvación, pero el principal objetivo es nutrir al primer equipo de futbolistas”, recordó después de analizar a qué se debió, en su opinión, su derrota en el estadio lerezano, el cual es un bastión para el cuadro local.
Explicó Rubén Albés que ambos conjuntos expusieron “planteamientos diferentes”, que el Pontevedra trató de controlar el espacio y su equipo intentó ser dominador “a través de la posesión”. Por desgracia para sus pupilos “la gran diferencia estuvo en las áreas”, ya que mientras los granates estuvieron acertados, los blanquivioletas no estuvieron atinados. “Los dos primeros tiros a puerta acabaron el gol; el primero con algo de fortuna y el segundo con un buen disparo de Kevin. A nosotros en los últimos metros nos faltó precisión para encontrar el último pase y cuando disparamos los tiros salieron bastante centrados”, lamentó.
Aunque jugó con un hombre más buena parte de la segunda mitad, el filial no terminó de encontrarse, en buena medida por el buen hacer rival. Es más: incluso este generó peligro al contragolpe, algo que el entrenador visitante achacó a que tenían que “ir más a por el partido e incorporar más jugadores a zonas de ataque”. “Sobrecargamos ejes y jugamos con jugadores a la misma altura, y los retornos nos costaban. Además, los hombres de banda del Pontevedra hicieron un partido sensacional”, declaró.
Antes de que Bruno viera la cartulina roja Iván Martín entró en el descanso por Renzo Zambrano, que había cuajado una pobre primera parte. Precisamente esta fue la razón de la sustitución, que no estuvo bien. “Nosotros vemos el nivel de rendimiento en el partido, creíamos que no estaba acertado, no por voluntad, sino porque estaba cometiendo errores técnicos. Entendíamos que Iván Martín nos podía aportar otro tipo de cosas. No nos fijamos en internacionalidades o en otro tipo de cosas, simplemente no era su día”, alegó.
No cabe duda que el filial echó de menos a Mayoral y a Anuar, y su entrenador no lo ocultó. Al abulense lo definió como “diferencial” no solo en su equipo, sino también en la categoría, antes de añadir que ha sido el grupo quien ha “conseguido que explotara” y ha “permitido” que esté “donde está ahora mismo”. En el ceutí, mientras tanto, percibe “un nivel muy alto”, aquel que requiere un futbolista “para jugar en Segunda División en el Real Valladolid” como él hizo este sábado.
Sin embargo, no lo utilizó como pretexto, sino que pareció verlo como una oportunidad para aquellos que les sustituyeron. “Siempre se notan las bajas, pero hemos dado minutos otra vez a un juvenil [Sinisterra] y hemos utilizado a bastantes jugadores de primer año amateur pensando en la construcción de futbolistas y del equipo de la próxima temporada”, comentó.
Porque, volviendo al inicio, no hay que olvidar que ese es el verdadero objetivo del Real Valladolid Promesas. “Hemos perdido a uno de nuestros mejores jugadores porque se ha ido cedido al UCAM Murcia y otro de ellos fue capaz de debutar esta temporada en liga este fin de semana con el primer equipo. Ese es nuestro gran éxito. Añadiendo tres puntos a los que tenemos lograremos la salvación; todo lo demás es ego para el entrenador y para los futbolistas. Y la labor de construcción de jugadores está muy por encima de mi ego personal como entrenador“, zanjó.
