Análisis del próximo rival del Real Valladolid

De perdidos al río. ¿Que la brecha con el play-off se hace más grande después de una dolorosa derrota? Pues a agachar la cabeza, tirar hacia adelante y a esperar que el rival tropiece. No es precisamente la mejor estrategia, pero es obvio que al Real Valladolid ya no le queda otra a estas alturas de temporada, consciente de que error tras error las posibilidades se van agotando.
Así las cosas, y a cinco puntos de la promoción por el ascenso, los de Paco Herrera tendrán que verse las caras con otro coloso también venido a menos, de esos a los que la Segunda División no les está sentando nada bien. Todo un Real Zaragoza espera en La Romareda con ganas de lamerse las heridas, consciente de que tampoco se encuentra en una situación para tirar cohetes.
Cambio de cromos
Eso sí, todo depende del prisma con el que se mire la situación del conjunto maño. Para empezar es relevante recordar que se trata de la quinta temporada consecutiva en Segunda División para un equipo que, para muchos, es más un histórico de Primera que de la categoría de plata. Partiendo de la base de un club que cuenta con una presión añadida por la carrera al estrellato, lo cierto es que esta ocasión no está siendo para demasiadas celebraciones.
¿Por qué? Pues porque los del recién llegado al banquillo César Láinez pululan por la decimocuarta posición de la tabla con más pena que gloria, merced de 38 puntos en 31 jornadas. Un rédito demasiado discreto como para aspirar a cotas como el play-off. Y de que mientras la promoción se observa como una quimera casi inalcanzable a nueve puntos, el descenso se mira de reojo a solo cinco.
Es solo el comienzo de todos los males maños. Hace apenas dos semanas el segundo entrenador en lo que va de temporada, Raúl Agné, hizo las maletas para dejar paso a César Láinez, una medida a la desesperada de la directiva del Zaragoza. Antes, el pasado mes de octubre, era el nombre de Luis Milla el que se caía con todo el equipo y tenía que hacer las maletas, con lo que es evidente que los objetivos de esta temporada se están quedando más que en la lejanía.
Y es que por ahora está siendo todo “de pesadilla”, como diría el propio Agné en su última comparecencia como entrenador del Zaragoza hace dos semanas tras ser derrotado en La Romareda por 1-2 ante el Sevilla Atlético. Poco importa el triunfal 0-3 con el que ha debutado Láinez hace solo unos días ante el Elche. Sí, se trata de un soplo de aire fresco, pero parece complicado que el Zaragoza pueda levantarse tan rápido en tan poco tiempo a estas alturas de temporada. Y es que visto el percal, en Valladolid no estamos tan mal.
La realidad, y los datos, dictan que este Real Zaragoza suma diez victorias, ocho empates y hasta trece derrotas en los 31 partidos disputados hasta el momento. Una marcha pobre para un equipo que lleva dando tumbos deportivos y económicos en las últimas temporadas y del que se ha hablado más de una posible desaparición que de ascensos y glorias deportivas.
Potencial ofensivo

¿Pero y a qué juega este Real Zaragoza? ¿Y con qué jugadores? ¿Es realmente un serio peligro a temer para el Pucela? Visto el último resultado ante el Elche, parece evidente que no conviene confiarse demasiado. Ante el conjunto alicantino Láinez decidió estrenarse con un 4-2-3-1 que busca las cosquillas al rival por las bandas y, a tenor de lo ocurrido en el Martínez Valero, cuenta con una rápida capacidad de repliegue cuando pierde el balón y toca defender.
Arriba, en punta de lanza, un peligroso Ángel acumula nada más y nada menos que dieciséis goles por el momento y se ha convertido ya en el clavo ardiendo al que agarrarse por parte de la afición maña… con tan buena suerte para el Valladolid que vio la quinta amarilla hace unos días y tendrá que cumplir ciclo. Un dolor de muelas menos.
Y hablando de goles y datos, si por algo se están caracterizando los duelos del Zaragoza es por no hacerse precisamente aburridos para el espectador. 41 goles a favor y 42 en contra en los 31 choques ligueros disputados por el momento dan buena fe de cada vez que juegan los maños habrá varias celebraciones en una u otra portería, si bien en La Romareda los números tampoco son colosales.
Siete victorias, tres empates y cinco derrotas son el saldo acumulado por los maños, quienes no han conseguido hacerse fuertes en casa. Quizá se deba en parte a la falta de un líder nato a estas alturas de temporada, ya que más allá del mencionado Ángel no han respondido como se esperaba de ellos jugadores como Cani, un viejo conocido exblanquivioleta como Marcelo Silva, Cabrera o José Enrique. La Romareda espera.
Curiosidad del rival de esta jornada: Pese a la actual situación que vive el Zaragoza, peleando temporada tras temporada por volver a Primera División, los maños tienen un extenso palmarés como club. Prueba de ello son las seis Copas del Rey, la Copa de ferias, la Supercopa de España y la Recopa de Europa que lucen en sus vitrinas.
