El entrenador del Real Valladolid destacó en rueda de prensa la importancia de ganar los próximos partidos en el José Zorrilla y se mostró plenamente confiado en la capacidad de sus jugadores para lograrlo

Salió a rueda de prensa el entrenador del Real Valladolid, Paco Herrera, tras dirigir el entrenamiento de este viernes a falta de dos días para que se produzca el encuentro entre blanquivioletas y cordobeses. El Pacense hizo hincapié en su compromiso con el equipo, del que dice estar “a muerte” con él y solo ha de “mirar hacia arriba”, tratando de alejarse de las críticas que arrebatan a los pucelanos sus oportunidades de ascenso.
El líder del vestuario dejó sin resolver varios interrogantes como la alineación que formará en el próximo duelo, pues aún tiene que ver cuantos jugadores tiene disponibles. Por ejemplo, Juan Villar, que arrastra molestias y ese viernes tan solo realizó una parte de la sesión, aún plantea dudas en la convocatoria. “Está al 50%. Mañana [por el sábado] veremos si juega o no”, explicó.
La potencial ausencia del onubense hace pensar en Espinoza como sustituto del extremo. El argentino, pese a haber sido presentado esta semana, parece encontrarse en plenas condiciones físicas, según el cuerpo técnico. Su gran nivel ha sorprendido al propio Paco y ya le ve como una gran alternativa. Sin embargo, primero deberá decidir que labor encomendarle: “Tengo que ver su capacidad para ver si ponerle en banda o en una posición que le permita jugar hacia dentro”.
Tras analizar la tabla de clasificación, el míster afirma que “esperaba tener un par de puntos más a estas alturas”. El empate en La Romareda distanció nuevamente al cuadro castellano de las posiciones de play-off, algo que le impide fallar en los próximos encuentros, de los cuales la mayoría tendrán lugar en Zorrilla.
De hecho, en relación con lo anterior, Herrera asegura que la clave para lograr los objetivos pasa por hacer buenos encuentros como locales e, igualmente, lanzó un llamamiento a la afición para que apoye a su equipo en este tramo final: “Nos hace mucha falta”. También reconoce la soberanía del público y dice que “es responsabilidad del equipo tener a la afición de su lado”. El nivel del juego, por tanto, determinará el apoyo de la grada.
Herrera se mostró enchufado y positivo, a pesar de bromear con los que dicen “esta serio y alicaído”. Él se siente fuerte y no piensa en bajar la guardia. “Mi intención es seguir, seguir y seguir”, apuntó. De la misma forma, reconoce que si no se consiguen todos los puntos necesarios, su trabajo habrá sido en vano, pero recuerda a todos los escépticos que el Pucela sigue cerca y con posibilidades.
Preocupado por las dificultades que se avecinan en este último tramo, el técnico de los vallisoletanos asegura que los problemas no son exclusivos de su plantilla. Todos los conjuntos atraviesan momentos determinantes, aunque sus objetivos, explica, sean distintos.
Con esto se refirió al próximo rival, el Córdoba, un equipo que busca salir de la parte baja y que lleva seis derrotas consecutivas fuera de casa. El duelo se revela como un choque de necesidades: la del Real Valladolid, meterse en la lucha por la promoción; y la del conjunto andaluz, escapar del farolillo rojo.
Aun así Herrera advierte de la peligrosidad del encuentro y recuerda que el Pucela también vivió una situación similar meses atrás, cuando era incapaz de ganar a domicilio. Por eso, apunta, deberán ser precavidos ya que los andaluces lucharán con fuerza los tres puntos. “Esto eleva nuestro nivel de exigencia”, espetó.
Seguidamente, en respuesta al debate que se ha generado en anteriores semanas sobre quien es el futbolista idóneo para ocupar el puesto en la delantera, el entrenador comentó sentirse contento con todos sus arietes. Saltaron a escena los nombres e José, Mata o Raúl de Tomás, tres goleadores con capacidades distintas y que Herrera utiliza en función del devenir del enfrentamiento. “Hay partidos que necesitan un trabajo distinto. Utilizo a mis jugadores a raíz de eso”, aclaró.
La falta de puntería, subraya, no es cuestión del futbolista de campo, sino de errores puntuales como el último pase. Volvió a recordar, entonces, el partido de Zaragoza, que estuvo marcado por situaciones de este tipo: “Si hubiéramos acertado en los pases, podríamos haber hecho mucho daño”.
“En los últimos dos partidos se nos han ido cinco puntos y ahora estaríamos ahí”, declaró para finalizar, lamentando un mal que acompaña al Real Valladolid desde principio de curso y que espera solucionar este domingo. La primera de las diez finales.
