Ser competitivo no evita al Real Valladolid Promesas salir goleado contra una Cultural y Deportiva Leonesa capaz de convertir la necesidad en virtud

En esta vida, cuando hay un igual enfrente, a nadie le gusta perder. Y sin embargo, hay derrotas dignas, que se reciben con la cabeza alta. Incluso aunque el resultado resulte abultado, como lo fue el del Real Valladolid Promesas – Cultural Leonesa. El uno a cuatro final es un exceso, un exabrupto no acorde con lo que se reflejó en el tapiz. El juego indicó que la distancia es menor que lo que dicen los goles.
Resiliente hasta el final, el filial dio la cara. Como siempre, salió con el convencimiento de que valía más que se la partieran que no mostrar orgullo. Con ese ímpetu, cerca estuvo de hacer el primero en los primeros compases, con una oportunidad de Higinio que un imperial Jorge Palatsí desbarató en el preludio del cero a uno. Lo marcó Julen Colinas, después de romper rápido al espacio, una de las principales virtudes suyas y de su equipo en ataque, y sin que Tanis pudiera hacer nada.
Para sorpresa del respetable, los ojos inyectados en sangre jugaron una mala pasada a la Cultural, que durante unos minutos no gestionó bien la pasión. Creyó que querer más era lo mismo que querer mejor y cayó en imprecisiones con el esférico, aunque territorialmente el dominio fuera en un principio suyo. Los locales se sacudieron esa sensación y se fueron a por el empate, que pudo llegar en una acción muy protestada en la que Higinio superó al portero, si bien el linier tenía el banderín levantado señalando fuera de juego en el arranque de la jugada, en el que Anuar dibujó una genialidad de pase picado sobre la defensa.
El Real Valladolid B constató su mando con una ocasión de Dani Vega que repelió Palatsí abajo con un paradón. Entretanto, lo mejor de los culturalistas fue una contra que acabó con un remate fuera de Víctor Díaz. Hasta que llegó el segundo, obra de Regalón, que remató en el corazón del área un centro de Toni y castigó en exceso a los locales.
Como si el daño fuera poco, Samanes se autoexpulsó, Arroyo se lesionó y las cosas se pusieron todavía más difíciles. Pero los pupilos de Rubén Albés no creen en los imposibles y salieron con nuevos bríos tras el descanso. Y, ver para creer, después de un centro desde la izquierda Apa, que debutó, ganó un balón por alto, Higinio lo cazó, acortó distancias y metió el miedo en el cuerpo a los de De la Barrera.

La lesión de Higinio y la varita de Toni
Para mayor desgracia, Higinio cayó lesionado en el hombro a la hora de juego, en un momento en el que los blanquivioletas estaban logrando con su buen juego que la inferioridad numérica no se notase. Por más que se fajase, Miguel, su sustituto, no es igual, por lo que aquello le cortó las alas al filial.
Voluntariosos, los vallisoletanos no se amilanaron, pero un viejo conocido como Toni se encargó de echar al traste cualquier ilusión local. La recibió en el costado, cerca de la línea de fondo y en inferioridad, pero sacó la varita y con un precioso gesto técnico de desasió de su marcaje –doble– para quedarse en buena posición y disparar fuerte, al medio, con la derecha y poner el uno a tres.
Gallar puso la rúbrica con un tanto que fue una losa. Aprovechó que el Real Valladolid B se estaba colocando para defender un saque de esquina para marcar un gol olímpico, al sacar rápido y por abajo un balón que el defensor que se encontraba bajo los palos, sorprendido, no acertó a despejar. Resultó ser un excesivo castigo.
Derrota ‘a los puntos’

Con todo, el Promesas sucumbió a la mayor pegada de una Cultural que supo hacer de la necesidad virtud y que necesitó del esfuerzo y la inspiración de varios de sus mejores jugadores para doblegarle. Dado que no tenía nada que perder, planteó el partido como una batalla entre amantes del buen fútbol y murió de pie, aunque a alguno el resultado le invite a pensar otra cosa.
Jamás se dio por vencido, reflejo de lo que ha sido una temporada mágica, a la que le queda todavía un último episodio en Somozas, pero cuyo epílogo real era este derbi. Tan solo le faltó poner la guinda a todo lo bueno que ha hecho consiguiendo sumar ante un equipo que huele a campeón, porque tiene mimbres y fútbol para ello.
Hubiera sido el final perfecto, aunque la perfección no existe ni siquiera en el balompié. Y, después de todo, que aburrido sería haber sido perfecto. Y qué bien ha sabido todo lo conseguido por ‘la familia’, una que ha honrado el escudo de forma memorable, también ante la Cultural. Suyos son los tres puntos. El triunfo, llegados a este punto también de un Promesas para el recuerdo.
Real Valladolid Promesas: Tanis, Arroyo (Apa, min. 46), Rubén, Calero, Rai, Royo, Miguel Mari, Anuar, Higinio (Miguel, min. 62), Dani Vega (Renzo Zambrano, min. 73) y Samanes.
Cultural y Deportiva Leonesa: Palatsi, Bastos, Víctor Díaz, Regalón, Iván González, Yeray González, Julen Colinas (Iago Díaz, min. 79), Mario Ortiz, Benja (Antonio Martínez, min. 58), Toni (Jorge Ortí, min. 85) y Gallar.
Árbitro: Hernández Maeso (C.T. Extremeño) expulsó con roja directa a Samanes en el minuto 45 tras una tángana con Yeray González. Además, amonestó a los locales Miguel Mari y Arroyo, y a los visitantes Toni, Iván González, Yeray González, Iago Díaz y Antonio Martínez.
Goles: 0-1, min. 8: Julen Colinas. 0-2, min. 35: Regalón. 1-2, min. 49: Higinio. 1-3, min. 72: Toni. 1-4, min. 82: Gallar.
Incidencias: Unos 3.000 espectadores (casi 2.000 de ellos de León) presenciaron este partido, correspondiente a la jornada 37ª del Grupo I de Segunda B en el Estadio José Zorrilla en mañana veraniega en Valladolid. Antes de comenzar el partido se homenajeó al jugador del filial Deve, que se retira al no poder superar una grave lesión.
