El CD Laguna mira de reojo a los arrastres incluso de la Segunda B mientras depende de sí mismo para conseguir la salvación en la Regional Aficionado

Se acerca el final de temporada y, con él, el fútbol vallisoletano vive la incertidumbre de saber en qué categoría van a militar algunos de sus equipos el próximo curso. Uno de estos casos es el del CD Laguna, inmerso en la pelea por la salvación en la Regional Aficionado, y que, tal y como están las cosas por arriba, está obligado incluso a mirar de reojo a la Segunda División B por los arrastres que se pudieran dar.
Alberto Pérez, su técnico, pasó este lunes por #HacemosCantera, donde habló, en primer lugar, del encuentro ante el Villa de Simancas del pasado fin de semana. Era el primer ‘match-ball’, “un partido importantísimo”, tras el cual cogieron aire al vencer por cero a tres, haciendo así de su necesidad virtud.
Gracias a ese triunfo, segundo consecutivo, se ha situado en la decimocuarta posición, dos por encima del descenso ‘natural’ y una sobre el descenso ‘real’ que provocará el arrastre del Villaralbo. En función de lo que pase este fin de semana, cuando concluyen Segunda B y Tercera, podría haber incluso un arrastre más, en caso de que pierda el Tordesillas la categoría, por lo que los laguneros andan pendientes.
De la categoría de bronce ya han descendido Palencia y Arandina, pero aún podría hacerlo el Burgos, que juega ante el Boiro el que uno de los dos evite el play-out, por lo que Alberto Pérez está “lo primero” a la espera de ver qué hacen los burgaleses. Pero también pendiente del Tordesillas, “que si gana si salva de cualquier descenso”. Aunque tampoco quiere obsesionarse y prefiere centrarse en lo suyo: “Nosotros lo tenemos relativamente fácil, porque dependemos de nosotros mismos. Jugamos contra dos rivales directos por lo que si ganamos nos salvaríamos aunque hubiera cinco descensos“.
El Benavente, su último enemigo fuera, ya está descendido. Antes deberán afrontar un importante partido ante el equipo que le precede en la tabla, un Carbajosa “veterano y más experiencia” en estas lides al que, no obstante, no teme. “A los chicos se lo he dicho bien claro: dependemos de nosotros mismos. Si el sábado ganamos será un paso más adelante, y ganando el último estaríamos más que salvados bajara quien bajara“, expuso el técnico.
Por lo tanto, lo que les queda a los rojinegros es “ganar el siguiente partido y ver qué resultados se dan” para ver si la salvación es matemática. Y de no ser así, ir a Benavente a por todas. Sea como fuere, en estas dos jornadas intentarán sacarse “la espinita clavada” de “competir” contra rivales de ‘su’ liga, algo que hasta ahora les ha costado (no así contra otros de arriba: sus dos últimas víctimas han sido el Uni y el Simancas, los dos en la parte alta de la clasificación).
Considera Pérez que su equipo viene en una buena línea, que aunque empezó “a ser equipo en enero”, está “entrenando bien, con dieciocho jugadores de media y trabajando fuerte” y que contra el Simancas “se vio que el equipo no quiere descender”. Con todo, a su modo de ver, “la clave va a estar en casa”, en ese choque contra el Carbajosa. “Si hacemos lo que se está entrenando y vamos a por todas, saldremos con la victoria”, concluyó.
Escucha la entrevista completa haciendo clic debajo (a partir del 8:03):
