Los blanquivioletas son el segundo equipo que más partido ha ganado por la mínima, once, después del Levante UD, con dieciséis

Que levante la mano quien no sufriera el sábado ante el Getafe, quien no se mordiera las uñas o a quien los minutos desde que marcó Álex Pérez no le parecieran horas. Dicen que ganar así, con sufrimiento, hace que la victoria se disfrute más, que sepa mejor. Y de eso el Real Valladolid sabe un rato largo.
Los blanquivioletas son el segundo equipo de Segunda División que más veces ha ganado por un gol de diferencia. En el primer puesto de esta particular clasificación se encuentra el Levante UD, que ha conseguido vencer dieciséis partidos por la mínima. Con diez triunfos así se encuentran Lugo, Reus y Córdoba; con nueve Tenerife, Sevilla Atlético y Alcorcón. Por lo que se demuestra esta competición es dura y donde un gol vale oro.
Entre los levantinistas y los tres equipos con diez están los hombres de Paco Herrera, que han logrado once victorias de esta forma en lo que va de temporada, que les han dado 33 de los sesenta puntos que tienen en estos momentos. En la primera vuelta, ganaron cinco encuentros así, ante Oviedo (1-0), Girona (2-1), Nàstic (1-2), Reus (1-0) y Cádiz (0-1).
Ante los dos primeros equipos catalanes en la enumeración, el Real Valladolid consiguió ponerse en el marcador con dos goles de diferencia, pero no supo cerrar el partido y ambos conjuntos metieron el miedo en el cuerpo con un gol en los minutos finales y casi, casi, los blanquivioletas acabaron pidiendo la hora.
Ya, en la segunda vuelta, los partidos que el Pucela ha vencido por la mínima han sido ante Rayo Vallecano (2-1), Alcorcón (1-2), Córdoba (2-1), Elche (2-1), Mallorca (2-1) y Getafe (1-0). En el caso de los enfrentamientos ante los dos equipos madrileños, los blanquivioletas empezaron por detrás en el marcador y supieron remontar los respectivos encuentros.
Frente al Elche, Raúl de Tomás abrió la lata, pero pronto empataron los ilicitanos, y finalmente, José dejó los tres puntos en Zorrilla. Contra el Córdoba y Mallorca, el Real Valladolid puso el 2-0 en el marcador, pero ambos visitantes marcaron un gol que hizo que más de uno sufriera por la victoria. Y contra el Getafe, el único tanto de Álex Pérez vale por un triunfo que bien puede dar una plaza en play-off.
Estos resultados pueden significar muchas cosas. Lo primero es que la competición no es nada fácil y que todos los rivales, independientemente de su posición, ponen las cosas muy difíciles. Lo segundo, que el Real Valladolid no ha sabido cerrar los partidos y eso le ha costado puntos en muchas ocasiones y, en otras, ha provocado tensión y nerviosismo en el equipo y en la grada.
Once partidos de diecisiete ganados por la mínima, es decir, más de la mitad de los choques que el Pucela ha superado han sido con tan solo un gol de diferencia. Sin entrar a comparar, es de recibo comentar que han sido diez los enfrentamientos que ha perdido de esta forma.
Con dos partidos por delante para cerrar la temporada regular, cada tanto es importantísimo y su significado puede ser más grande todavía. El Real Valladolid sabe de sobra lo que es ganar sufriendo y lo que cuesta mantener un gol de diferencia. Los nervios y la tensión propia de estos momentos de liga no deben afectar a un equipo que está ‘acostumbrado’ a sacar adelante partidos que se ponen complicados.
