El Real Valladolid encadena dos jornadas seguidas en promoción por primera vez desde que salió de estos puestos en la primera jornada de la segunda vuelta

Quizá todavía sea pronto, y más teniendo en cuenta otras ocasiones pasadas, pero el Real Valladolid parece haberse afianzado al fin en puestos de promoción. Cierto es que apenas lleva dos jornadas en estos, pero el buen momento que atraviesa invita a un optimismo mesurado en lo que al play-off respecta: por más que hasta ahora se haya resuelto como su principal enemigo, depende de sí mismo, y si no tropieza, se jugará el ascenso a Primera en la postemporada.
Para llegar hasta aquí han tenido que pasar muchas cosas, como aquella semana de fustigamiento post-debacle en Sevilla o que el director deportivo se inmolase para resucitar en un Osasuna que cree mejor opción para competir en un medio plazo. Y sin embargo, los de Paco Herrera llevan dos semanas en play-off, que hay que unir a las ocho anteriores que estuvo en esas posiciones en otros momentos del curso.
Su primera vez fue en las cuatro fechas iniciales, gracias a los dos triunfos y un empate cosechados en las tres primeras jornadas.
Luego, por la cadena de derrotas (hasta cinco seguidas, hay que recordar), salió hasta que se volvió a ver ahí en la fecha trece, aunque con trampa, ya que fue propiciado por la tercera plaza momentánea del Sevilla Atlético, situación idéntica a la que sucedió en la vigésima jornada.
Como ganó en Cádiz, terminó la primera vuelta quinto, y por tanto, en promoción, aunque el siguiente tropiezo en el Carlos Tartiere le sacó de esos puestos, a lo que volvería tras vencer al Rayo Vallecano en Zorrilla en la fecha veintitrés. Fue a partir de entonces cuando desapareció y empezó a vagar por la mitad de la clasificación hasta que el empate en Miranda le devolvió a los seis primeros puestos.
Las diez jornadas de cuarenta parecen escasas incluso para el cuarto presupuesto más bajo de la categoría, dada la historia de la entidad y lo que de verdad importa, la calidad del equipo. Sin embargo, a la hora de la verdad, el Pucela ha esprintado y se encuentra en una posición que, aunque para muchos era inimaginable, puede evitar Paco Herrera lo que él mismo ha manifestado que sería un fracaso: no entrar en una promoción con la que la plantilla y el entorno ya sueñan.
