Con el histórico capitán se producen cuatro entradas y cuatro retornos y gana peso la Fundación, que tutelará cinco equipos
El Real Valladolid ha confirmado este miércoles la noticia ya conocida de que Alberto Marcos es el nuevo director de las categorías inferiores y, junto a dicha información, su nueva estructura, una dada a conocer hace prácticamente un mes en casi su totalidad por Blanquivioletas.
Este organigrama, como se dijo entonces, sigue una línea rupturista con respecto a la etapa anterior. En este se producen cuatro retornos y cuatro entradas, principalmente de gente conocedora de la casa, ya sea porque ya entrenaron en la base o bien por su pasado como jugador en el club. Con esta medida se pretende reforzar el sentimiento de pertenencia entre la entidad y sus categorías inferiores, algo que se consideraba perdido.
Esta idea se pone de manifiesto en el nombramiento de Marcos, pero también en el de otro de los futbolistas históricos como entrenador del Juvenil División de Honor. Víctor Fernández fue el primero de los técnicos anunciados, en la que será su primera etapa dentro de la estructura del Real Valladolid. Estará acompañado por Chuchi Macón, uno de los que vuelven, y con quien ya ha empezado a trabajar.
En el banquillo del Juvenil B de Liga Nacional se sentará un histórico de la cantera como es Juan Carlos Pereira, quien se marchó por la marejada provocada por los cambios posteriores a la salida de Gaizka Garitano en la temporada 2015/16. Como entonces en el ‘Divi’, con él estará un Iván Cabezudo que se ve relegado a un segundo plano después de ser campeón por aplastamiento de la Cadete Regional con la misma generación con la que seguirá trabajando.
En este Cadete Regional se produce una de las principales novedades, la de otro excapitán como es Javier Baraja. Si bien sonó para el Atlético Tordesillas, desde el principio su deseo fue el comenzar a entrenar en solitario en la que siempre ha sido su casa. Le acompañará Jesús Rueda, otro conocedor del club, que fue ayudante de Rubén Albés la pasada campaña.
En el Cadete B de Primera Provincial habrá dos retornos más, el de David Bermejo y el de Benjamín Zarandona, que ya trabajó en la cantera blanquivioleta como segundo de Chuchi Macón. Bermejo lo hizo como técnico principal en diferentes equipos durante varios cursos, por lo que la casa tampoco le será ajena.
Como es ya casi norma, después de que haya sido su equipo en los últimos años, Sergio Rueda será el entrenador del Infantil Regional. Estará de nuevo asistido por Sergio Gila, quien entró en la estructura hace un año, siendo este el único ‘tándem’ que permanece intacto con respecto al pasado.
Con el Infantil B de Primera Provincial, primero de los equipos de fútbol 11, trabajará Diego Macón, entrenador del Villa de Simancas de categoría aficionado en las últimas temporadas y que venía desempeñando labores de director deportivo desde que decidió dejar su cargo anterior este mismo verano. Si bien no ha sido confirmado, podría recibir la asistencia de Chuchi Macón.
La vuelta de Iván Cabezudo al Alevín A de Primera Provincial es una de las novedades más llamativas de esta nueva estructura, ya que con ella el joven técnico vuelve a ocupar el lugar en el que estaba hace un año, antes del importante salto de categoría y de estatus que le llevó al Cadete Regional.
Por último, en el Alevín B de Segunda Provincial se produce el último fichaje, el de un Dani Medina cuyo nombre estaba en las quinielas para llevar el primer alevín y quien, en todo caso, recala en la entidad blanquivioleta procedente del Victoria CF, después de su buen desempeño en la Fundación.
La Fundación gana peso
Confirma el comunicado oficial del Real Valladolid que Alberto Marcos “ensancha su campo de responsabilidad desde la Escuela de Fútbol a la propia cantera del club”. Y, con ello, la Fundación Real Valladolid gana relevancia, como demuestra el hecho de que el propio Medina y otros como Gila o –sobre todo– Sergio Rueda tengan o hayan tenido peso específico en dichas escuelas.
Esto se percibe también en la ampliación del número de equipos que competirán bajo su amparo y el de la Universidad de Valladolid, de un único infantil a los cinco conjuntos.
Conocida la medida desde hace tiempo, solo faltaba saber en qué categorías competirían. Se trata de dos infantiles, dos alevines y un benjamín, edad en la que el Real Valladolid decidió hace ya algunas temporadas dejar de tener presencia más allá de torneos puntuales y de los grupos de captación. Esta decisión ha provocado cierto malestar en otros clubes, que ven cómo esa captación es más numerosa que en temporadas precedentes.
En definitiva, la cantera blanquivioleta buscará seguir creciendo con un nuevo comandante, que comienza una nueva era después de ganarse los galones con el crecimiento de todo aquello que atañe a la Fundación, cuya dirección es firme y buena. Será responsabilidad de Alberto Marcos, así como de aquellos a los que dirigirá, continuar en la base del club con este buen hacer, a fin de que nuevos talentos sigan aflorando.