Luis César Sampedro se mostró despreocupado por las ocasiones falladas y explicó su decisión de repartir las cargas de trabajo

Foto: Real Valladolid
El paréntesis del Trofeo Ciudad de Valladolid, si es que puede llamarse así, trajo de vuelta el clásico discurso de pretemporada de Luis César: no importan tanto los goles, no importa tanto el resultado, lo que prima es observar, analizar y corregir, sobretodo corregir.
Aunque el Real Valladolid se mostrara claramente superior a su oponente, el rival acabó llevándose la Copa a tierras portuguesas. No obstante, con el detalle con el que se queda el técnico blanquivioleta es con las sensaciones transmitidas sobre el terreno de juego.
Como dirían otros compañeros del mundillo , véase ‘El Toto’ Berizzo o Carlo Ancelotti, el objetivo es dar espectáculo, hacer que la gente disfrute, más aun siendo un partido amistoso al que el aficionado común se resiste a asistir.
Por esta razón y pese a la derrota, el entrenador gallego se mostró satisfecho tras el encuentro por haber visto a su plantilla “cumplir con su trabajo”, algo que hizo a la gente de Zorrilla “disfrutar”, según confirmó en su comparecencia.
“Hemos venido a hacer nuestro juego, a tratar de ser brillantes y a entretener a la gente”. Ese era el principal propósito, según Sampedro, al margen de dar entrada a los menos habituales y probar nuevas ideas.
Con respecto al tema rotaciones, el míster tenía claro que ningún jugador iba a disputar los 90 minutos. Un riesgo demasiado alto, teniendo en cuenta en inminente test del domingo ante el Tenerife: “Mañana [por el jueves] no quería hacer un entrenamiento de recuperación. No podía tener a jugadores jugando todo el partido”, explicaba Luis César.
Imposible por tanto intuir que jugadores comienzan a ganarse la etiqueta de favoritos, aunque en las dos jornadas ligueras de este Real Valladolid ya se empiece a ver quién desea labrarse un puesto en el once. Sin embargo, hablar de los que más cuentan, dice Sampedro, es totalmente precipitado y asegura no tiene ni idea de qué jugadores serán los que acumulen más minutos a final de temporada: “Aun no podemos hablar de eso. Puede que en un par de jornadas se inviertan los papeles”, manifestó.
De su plantilla, afirma, es muy completa y el deber de cada uno es dar lo mejor de sí para ponerle las cosas difíciles, algo que seguro trataron de hacer algunos de los que se probaban por primera vez como Kiko Olivas o casi por primera vez, como Mayoral, que no volvía al césped desde su lesión en Tordesillas.
De este último, su entrenador explicó su necesaria alineación, ya que al haberse perdido la pretemporada , el futbolista “necesitaba coger ritmo”. Veinticinco minutos fueron los que disputó el extremo, a los que anunció seguiría una charla entre técnico y pupilo para compartir la experiencia. “Hablaré con él”, confirmó Luis Cesar Sampedro.
Preguntado por las ocasiones falladas, la falta de gol y con el recuerdo de Jose aun muy presente, el de Villagarcía de Arosa quiso quitar hierro al asunto y espetó: “Si volvemos a jugar este partido diez veces, marcamos nueve”.
El balón no quiso entrar en esta ocasión, pero el Pucela no desespera y confía en que sí lo haga esta jornada, al menos si quiere llevarse los tres puntos ante el conjunto isleño.
