 El Real Valladolid volvió a caer fuera de casa y ya van 4 las derrotas consecutivas del equipo de Abel fuera de Zorrilla. Desde la llegada del manchego al banquillo los blanquivioletas han sumado únicamente 4 puntos de los últimos 21 en juego.
El Real Valladolid volvió a caer fuera de casa y ya van 4 las derrotas consecutivas del equipo de Abel fuera de Zorrilla. Desde la llegada del manchego al banquillo los blanquivioletas han sumado únicamente 4 puntos de los últimos 21 en juego.
Unos números que no fueron conseguidos ni de lejos en cualquier etapa de la breve estancia de Antonio Gómez como entrenador. La llegada de los nuevos fichajes tampoco ha supuesto un excesivo cambio en la mentalidad con la que afronta el equipo los partidos, y ahora todas las miradas apuntan al técnico, Abel Resino, que ha sido incapaz, en sus mas de dos meses al frente del club, de inculcar en el equipo el carácter necesario para sacar los partidos adelante.
Por si fueran pocos todos los males del Real Valladolid, en el partido de hoy se sumó uno nuevo, Pino Zamorano. Uno de esos árbitros rebotados de la Primera División que se siente superior a los jugadores a los que arbitra.
Fue el portero debutante Javi Jiménez al que le tocó pagar la incompetencia de este colegiado. Zamorano vió una mano fuera del área dónde no la hubo, ni de lejos, y expulsó al meta dejando a su equipo con uno menos durante 30 minutos. Jímenez estaba cuajando un gran partido, con un penalti parado incluido. Esta situación obligó al meta suplente del Promesas, Salcedo, a ponerse bajo los palos.
La salida del equipo al terreno de juego no fue del todo mala, comparada con otros partidos, pero esto no sirvió para evitar que el Villareal “B” dominase desde el inicio.
La entrada en el once del canterano Quique fue la novedad no obligada de Abel en el once. Sin embargo, pese a las ganas que puso el canterano, su estancia en el campo duró lo mismo que la confianza de Abel en él, 45 minutos, ya que en el descanso sería sustituido por Jofre.
También fue destacada la actuación del protagonista negativo del partido, Javi Jímenez, que mostró seguridad durante la primera parte ante las llegadas del minisubmarino amarillo. Sin embargo no pudo evitar el gol de Nickie Bille, a la media hora de juego, ya que el danés remató con el pecho un balón peinado por Kiko a la salida de un córner. El delantero remató sin oposición alguna de la defensa.
Con el 1-0 se llegó al descanso. El Real Valladolid no lo había hecho tan mal como en otros partidos pero eso no bastaba para preservar siquiera el empate. Los de Abel salieron con ganas tras el descanso, Jofre, que habia entrado sustituyendo a Quique, se mostraba muy activo por la banda. Un centro del interior fue rematado por Javi Guerra por encima del larguero. Pese al empuje vallisoletano fue el Villareal el que tuvo la ocasión de sentenciar.
Un claro derribo de Matabuena sobre un jugador local le dio la oportunidad a Nickie Bille de marcar su segundo gol en el partido. El danés lanzó pegado al palo pero excesivamente suave y Javi Jímenez se erigió por momentos como heroe parando la pena máxima. Sin embargo poco despues se volvería a convertir en protagonista por algo negativo, aunque él no tuviese la culpa.
Tras el penalti el Real Valladolid tuvo el empate en una triple ocasión en la que primero Sisi y luego Álvaro Antón, en posición franca, rematan a puerta pero el balón es desviado por un defensa en ambas ocasiones.
Posteriormente el rechaze le cae a Pedro López que envía el esférico por encima del larguero. Lo siguiente sería la jugada mas destacada del partido. Corría el minuto 60 cuando Javi Jimenez sale para atajar un balón en el área, con la inercía el canterano blanquivioleta se acerca a la línea que delimita la frontal.
El meta se da cuenta y suelta a tiempo el balón pero Pino Zamorano, a instancias de su asistente, interpreta que Javi llega a tocar el balón fuera del área y expulsa al portero dejando, durante media hora, al Real Valladolid con un hombre menos. El segundo guardameta del Promesas, Salcedo, tuvo que entrar para sustituir a su compañero, siendo el cuarto portero que juega con el primer equipo en dos partidos.
Tras la expulsión el Valladolid bajó los brazos y el Villareal desistió de hacer sangre, guardando los muebles. Sin embargo, fruto de la superioridad, los amarillos tuvieron de nuevo el segundo en sus botas.
Esta vez fue Nacho Insa el que falló una ocasión clara de sentencia tras cruzar un balón en exceso ante Salcedo. Si llegaría finalmente el segundo en la última jugada del partido, y como no hay peor cuña que la de la propia madera, sería un reciente ex-jugador blanquivioleta, Marquitos, el que anotaría el definitivo 2-0.
