El centrocampista de Dos Hermanas refuerza un Promesas falto de equilibrio y que puede ganar en competitividad con su presencia

El Real Valladolid B cuenta con un nuevo centrocampista. Se trata de Alejandro Carrascal, un medio originario de Dos Hermanas y cuya trayectoria ha estado estrechamente ligada a la cantera del Sevilla CF, donde jugó hasta la pasada temporada, si bien procede del CD Gerena de la Tercera División andaluza.
En el Sevilla C, donde militó las tres campañas anteriores, ejerció de capitán y ocupó diferentes roles, siendo más o menos habitual verle, por ejemplo, ocupando la mediapunta con el diez a las espaldas. Sin embargo, dada la necesidad del filial, no sería de extrañar verle jugar de ‘seis’, un puesto en el que Alvarado es el único jugador específico.
La prueba es que, ante la ausencia del colombiano en las dos últimas jornadas, Carlos Salvachúa ha utilizado a Miguel Marí en esa posición, forzándole a adaptarse a desempeñar unas funciones a las que no está muy habituado, pues no hay que olvidar que es un futbolista de mayor vocación defensiva que, a su llegada a Valladolid hace año y medio, actuaba incluso de segundo punta. Y si contra el Rayo Majadahonda el ‘ocho’ fue Dani Vega, también otra cosa, ante el Atlético de Madrid B actuó ahí alguien que sí es natural, el recién llegado Javi Pérez.
Volviendo a Carrascal, en Valladolid se le presenta la oportunidad de saltar de categoría hacia la Segunda División B después de jugar los últimos tres años en Tercera División, en los que militó en el tercer equipo hispalense. Después de no dar el salto al Sevilla Atlético, firmó en verano por el Gerena con el que viene de rescindir precisamente para desempeñar ese rol de ‘seis’, según informó El Decano antes de que fichara.
En aquel filial debutó en el curso 2013/14 y dio el salto de forma definitiva en el 2014/15. Y fue importante, puesto que actuó en 37 encuentros, acumulando 2.384 minutos y marcando un gol. Estos números fueron a más en la 2015/16, ya que si bien jugó un encuentro menos, anotó cinco tantos en 3.069 minutos. Mientras tanto, en la 2016/17 prácticamente mantuvo sus guarismos: se vistió de corto 35 veces, dispuso de 3.007 minutos y pudo ver puerta en cuatro ocasiones.
De su fichaje se deduce que aumentará la competitividad en el medio y, a priori, será un recurso en esas labores primarias ofensivas y de destrucción. Con él, y a falta de que Anuar acepte jugar en el filial, si es que lo hace, hay cuatro jugadores para actuar en el doble pivote, sin contar con otras opciones como la de Mito, ya explorada en el pasado, para el puesto de mediocentro creativo.
De un vistazo somero a sus características se percibe que es un centrocampista correcto en lo táctico y sobrio en lo defensivo, capaz en el juego aéreo y que encaja en el fútbol combinativo que pretende Carlos Salvachúa, su nuevo técnico, en la base de la jugada y dando continuidad al juego. De su experiencia como mediapunta conserva, además, la capacidad para generar ventajas a los atacantes, algo que agradecerán los Mayoral, Luis Suárez o Samanes, quienes explotan mejor sus condiciones cuando se les facilita una acción en superioridad o de uno para uno.
La pregunta que cabe hacerse, con todo, es si Carrascal es el mediocentro que le faltaba al Real Valladolid B. Y como es lógico, no podrá resolverse hasta que se le vea sobre el tapiz, aunque por lo pronto parece que viene a dar continuidad a la apuesta estilista de ser poseedor del cuero, a ampliar la lucha por un puesto tan importante como la suya y a ser un recurso hábil en el doble pivote que pueda evitar experimentos como el vivido con Marí.
