El Real Valladolid B visita este domingo en El Toralín a la SD Ponferradina en un choque al que llega necesitado y con un entrenador nuevo

Carlos Pérez Salvachúa ya es historia del Real Valladolid. Y como diría aquel, muerto el rey, viva el rey. Sin tiempo para las cábalas, la entidad anunció como nuevo técnico del Promesas al andaluz Miguel Rivera, que llega con la necesidad, el deseo y la obligación de compactar un equipo que a día de hoy está lejos de ser tal.
Con el fin de empezar a serlo, el filial tuvo este viernes una comida de unión, aunque está claro que mejor pegamento que ese serán los resultados. Este domingo, a partir de las 18:00 horas, visita a la SD Ponferradina en El Toralín con el sueño de sumar por primera vez de tres en este arranque de curso. Será el primer día en el que se puedan comprobar las medidas que adopta el nuevo técnico no solo para ese ensamblaje, sino también para conseguir que el equipo se muestre más compacto.
Y es que, hasta ahora, el principal problema de fútbol que se ha visto es la falta de equilibrio, que provoca que con balón se vea a un Promesas romo y sin ideas y sin él a uno blandito y que concede demasiado, como prueba el hecho de que a día de hoy es el conjunto que más goles ha encajado de este Grupo I de la Segunda B, junto a la Gimnástica Segoviana.
Por ello, no sería descabellado pensar en que Rivera pueda adoptar medidas de urgencia en busca de una mayor seguridad defensiva u optar por hacer algún cambio en esta línea para dar entrada a algún hombre más experimentado que los que vienen jugando, por ejemplo, como centrales. No obstante, este eventual plan de contingencia no aparejaría dejar de ser protagonistas, por lo menos si se tiene en cuenta que como más brillan algunos de sus jugadores es con espacios.
Sin llegar a los extremos de este curso, no hay que olvidar que en los dos pasados ya fue necesaria una catarsis, o cuando menos un matiz, para que el filial terminara de arrancar. De hecho, cuando Borja Jiménez cogió las riendas del Real Valladolid B hace casi dos años también hizo falta lo que ahora, hacer examen de conciencia después de los malos resultados para despegar y buscar la salvación.
Para esto, la primera convocatoria de Rivera queda formada por: Tanis, Guille Lara, Raúl Navarro, Mario, Rubén, Porto, Velásquez, Corral, Carrascal, Alvarado, Miguel Mari, Mayoral, Sinisterra, Luis Pérez, Samanes, Montenegro, Luis Suárez y Miguel. No entraron en la lista Apa, por sanción –fue expulsado con el ‘Divi’–; Becerra y Dani Vega, por lesión; y Cobos, Bruno Meoqui y Mito, por decisión técnica.
Enfrente estará una SD Ponferradina que tampoco ha comenzado la campaña como le hubiera gustado. A las órdenes del experimentado y reputado Carlos Terrazas pretende luchar, este año sí, por volver a la Segunda División. Para ello cuenta con jugadores de la calidad y experiencia de Dinu, Caiado, Cidoncha o Yuri, toda una institución que volvió varios meses atrás de China para buscar dicho ascenso.
El veterano punta brasilero es el máximo goleador berciano, con dos goles de los cinco anotados hasta la fecha por la Deportiva, y que sirvieron en la única victoria conseguida hasta la fecha, en la goleada por cuatro a cero al Rayo Majadahonda. Pese a esta, y como a mayores ha obtenido dos empates y cosechado dos derrotas, la Ponfe es decimocuarta con apenas cinco puntos, ya a cinco de la promoción.
Por lo tanto, querrá salir vencedor de un derbi para la redención del ganador, o por lo menos para que si uno de los dos equipos se impone al otro comience a ver la luz y a aproximarse a aquello que desea para esta temporada. Por diferentes razones, no estará a la altura en interés de otros enfrentamientos entre equipos de la región ya vividos por el Real Valladolid, pero no por ello se le ha de hacer de menos: aunque es pronto, están los dos necesitados.
