Los blanquivioletas derrotaron este año al Huesca en la eliminatoria de Copa del Rey, pero no han logrado ganar en Liga al equipo que, a día de hoy, dirige Rubi

Han pasado varios meses desde que finalizó la temporada pasada, cuando el Real Valladolid y el Huesca peleaban por hacerse con la última plaza del play-off. Aquella sexta posición concedía la oportunidad de luchar por el ascenso y reavivaba el sueño que persigue cualquier club durante todo el curso: escalar al Olimpo del fútbol español.
La última jornada de la 2016/17 determinó que los aragoneses alargaran algo más su travesía en la Liga, aunque finalmente el Huesca acabó sin progresar en dicho camino. Aun así, la conclusión extraída por la mayoría de contrarios fue que los azulgranas habían forjado un equipo digno de tener en cuenta. De esta forma, el próximo domingo a las 12:00 horas el Pucela se enfrentará a un rival capaz de dar guerra en Segunda.
Y eso que los comienzos no son el punto fuerte de este cuadro. El Huesca parece estar calcando el mismo guión que la temporada pasada: cinco puntos en cinco jornadas y un arranque a medio gas.
Sin embargo, y aunque suene a tópico, en el fútbol no vale cómo se empiece, sino cómo se acabe. Poco importan los antecedentes si al final el casillero de puntos permite que el club mire hacia arriba.
No obstante, nadie puede negar que un arranque con fuerza suponga un plus de energía para comenzar el año. Que se lo digan al Real Valladolid, actualmente subido en una nube de euforia gracias a un inicio de curso fantástico. Hacía 31 meses que los blanquivioletas no estaban en puestos de ascenso directo, pero, sobre todo, hacía mucho tiempo que Zorrilla no percibía tan buenas sensaciones al ver jugar a su equipo en la cancha.
Diez puntos configuran la cuenta de los vallisoletanos en Liga. Un dato que se competa con la estadística de ser el equipo más anotador junto con la Cultural y Deportiva Leonesa. Por si fuera poco, el plantel de Luis Cesar viajará a El Alcoraz con el empuje que supone clasificarse para dieciseisavos de la Copa del Rey.
Precisamente en este torneo copero llegó el primer enfrentamiento del año entre oscenses y pucelanos. La cita sirvió, además de para confirmar el gran estado de forma de los castellanos, para advertir de que el Real Valladolid contaba con un gran fondo de armario. El encuentro acabó con un 0-2 a favor de los visitantes, que rompieron, aunque en competición no liguera, su particular maldición con este equipo.
Porque atendiendo a los resultados, se podría decir que la Sociedad Deportiva Huesca es el talón de Aquiles de los de Pisuerga. Dos empates y dos derrotas componen el balance del equipo blanquivioleta en los enfrentamientos con este rival en Segunda División.
La última vez que Huesca y Real Valladolid se enfrentaron en temporada regular, la alineación que formó Paco Herrera la compuso Pau Torres, Moyano, Álex Pérez, Guitián, Balbi, André Leao, Jordán, Míchel, Sergio Marcos, José y Raúl De Tomás.
No hace falta reunir mucha atención para darse cuenta de que el actual once vallisoletano difiere totalmente del de la temporada pasada. De todos esos jugadores, solo Míchel podría tener entrada de inicio, visto el rol de suplente de Sergio Marcos, Guitián y Moyano. El resto ya es historia, pues abandonaron Zorrilla en verano.
Una SD Huesca también remozada
El Huesca, por su parte, también ha reforzado su plantilla. Empezando por el banquillo, donde actualmente se sienta Rubi, ex técnico blanquivioleta, que vino para sustituir la filosofía tan marcada por Juan Antonio Anquela. A él se suman las altas de Álex Gallar, Rescaldani, Sergio Sánchez o Remiro, entre otros jugadores. Sin embargo, los nombres que más peligro suscitan son los de los goleadores “Cucho” Hernández y Gonzalo Melero.
A la espera de que se confirmen alineaciones, todo apunta a que el Real Valladolid seguirá apostando por la pareja Iban Salvador y Mata, actual pichichi de la categoría. En la defensa Kiko Olivas, que no fue convocado el pasado jueves para la Copa, parece haberse ganado la titularidad y en la medular, un incontestable Borja formará, a priori, con Luismi, que esta semana aún arrastraba algunas pequeñas molestias de su última lesión, lo que no le ha impedido seguir el ritmo de sus compañeros.
Los altoaragoneses podrían jugar con Remiro de portero; Akapo, Pulido, Jair y Brezancic en defensa; Aguilera, Melero, Vadillo, Sastre y Gallar en el centro del campo; y arriba “Cucho Hernandez” como hombre más adelantado.
Este sábado todos los pupilos de Luis César Sampedro se ejercitaron bajo las órdenes del gallego. Sólo faltó el griego Gianniotas, aquejado de una sobrecarga, por lo que no ha podido entrar en la lista. Junto a él se caen de la convocatoria Moyano, Ángel, Calero, Sulayman y Cotán.
Así las cosas, los dieciocho elegidos para viajar son los siguientes: Masip, Becerra, Antoñito, Nacho, Deivid, Guitián, Kiko Olivas, Borja, Luismi, Anuar, Sergio Marcos, Hervías, Óscar Plano, Iban Salvador, Toni, Míchel, Villalibre y Mata.
Como curiosidad, destacar que justo el año pasado, también el domingo 24 de septiembre, ambos equipos se retaron en lo que fue la quinta jornada de la categoría de plata. Entonces, ganó el Huesca a domicilio por 1- 2. Casualidad o no, este fin de semana la cita se repite. ¿El resultado? Habrá que esperar a este domingo a las dos de la tarde.
