Cuatro goles de la extremo hacen que las naranjas se quiten la espina clavada en el campo del Madrid y, logran, esta vez sin relajarse, su tercer triunfo seguido

En la mente de los más fanáticos del Parquesol queda aún ese gol de Pau que el linier anuló porque el balón había salido previamente por línea de fondo. Fue en Vicálvaro, ante el Madrid y habría supuesto el empate que luego se transformó en un 10-1 en contra. Diez meses más tarde, las naranjas regresaron al lugar del crimen.
Con ganas de revancha, aunque su contrincante en este caso fuera el filial blanco. Una venganza consumada, con un resultado final opuesto, y que encaja a la perfección con el momento idílico por el que pasa el Parquesol en este inicio de temporada
Ni más ni menos que la tercera victoria en cuatro partidos, y de nuevo con una goleada. Y con un dato más a favor: se trata de la primera jornada en la que logran terminar con portería a cero. También tiene mucho que ver en ello Lucía Alba, que volvió a deslumbrar con tres intervenciones que ya la elevan a la élite de porteras, al menos de Segunda División.
Pero si Lucía estuvo bien, lo de Alexia no tiene nombre. Cuatro goles no parecen ser pocos -puede que para ella sí, ya que aún se desconocen los límites de su ambición- y más en un campo como este. El primero, muy pronto, en el once. Pase de Paulita Román que aprovecha para recortar a Silvia y marcar a placer.
Y sin mayores acontecimientos se llegó al descanso, y ahí empezaba el ejercicio más importante para las de González: no perderle la cara al partido y mantener la intensidad, fuera como fuera el marcador, al contrario de como ocurrió siete días antes, ante el Amigos del Duero.
Nadie que haya asistido al campo podría señalar al final del partido que el Parquesol no superó ese examen. Es más, los más enterados podrían atreverse a decir que con matrícula. La segunda mitad supuso un monumento a la resistencia y a la intensidad hasta el último minuto por parte de las vallisoletanas.
Barbi se percató de ello pronto y, con un pase entre líneas, brindó el segundo a Alexia que, minutos más tarde, cansada de que le sirvieran los goles, se fabricó uno propio. El más bonito de la tarde – con permiso del cuarto-.
Enganchó una volea dentro del área, sin dudar de que entraría. Era el día para ello. Lo más seguro es que si, en vez de un balón, le hubiera llovido una lavadora en este encuentro la habría enchufado igual. A los sesenta minutos la extremo ya había firmado su primer hat trick en Segunda División.
Y prueba de que cuando quiere entrar, entra, a falta de cuarto de hora se le cruzó otro cable y decidió probar suerte desde treinta metros. Ya saben el resultado. Tan difícil es eso de meter cuatro dianas que en la último tuvo que tirarse al suelo, fruto de esta dura jornada de trabajo a la que estaba haciendo frente este domingo. No pasó a mayores y completó el partido aunque, eso sí, y para beneficio de la tabla de pichichis, sin ampliar su casillero.
Aunque al fin y al cabo lo de Alexia no deja de ser un detalle personal, porque en lo colectivo cuesta ya poner pegas a un Parquesol que cuando comete un error una semana, lo subsana en la siguiente. Tan claro tenían las parquesolinas esa necesidad de prescindir de la relajación -y eso que el resultado invitaba a ello- que costó ver a alguna que no acabara tirada por los suelos en el pitido final. Porque aún hubo tiempo para que Nata metiera el quinto.
No es para menos, habían desnudado a un Madrid B, en ciernes, al que le falta rodar, que se mostró inocente, desarmado todo el partido, salvo algún chispazo que Lucía desactivó. No hay duda de que el filial madrileño esconde una gran calidad técnica, pero deberá trabajarla si quiere ser uno de los equipos de arriba de este grupo.
Quien sí quiere serlo y va camino de ello es el Parquesol, que suma nueve puntos de doce, catorce goles en los últimos tres partidos, y que ha logrado ganar en ese campo maldito donde hace diez meses volaba el sueño de acercarse al podio de la liga. Es pronto para hacer cábalas, pero lo que está claro al menos es que el Alhóndiga, cuando emprenda el viaje el Saso el próximo domingo, asumirá que va al campo de uno de los ‘cocos’ del grupo. Y los cocos asustan y, si tienen el día, engullen.
Madrid CFF: Silvia; Erika, Paula, Ruth, Eva (Laura Rodrigo, min. 65); Yasmin, Belén, María, Carla; Laura, Marta (Sol, min.65)
CD Parquesol: Lucía Alba, Crispi (Kela, min. 84), Rivas (Noelia, min. 78), Maka, Nuria; Barbi, Nata, Sandra (Judy, min. 71), Alexia; Paulita, Ali (Charle, min. 28)
Goles: 0-1: Alexia, min. 11; 0-2: Alexia, min. 52; 0-3: Alexia, min. 60; 0-4: Alexia, min. 75; 0-5: Nata, min. 83
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 4 del Grupo V de Segunda División Femenina. Alrededor de 200 personas disfrutaron del partido en los campos de Moratalaz. Como observación, Ali se retiró a la media hora por unas molestas en los isquiotibiales. Pendiente de evolución.
