El conjunto blanquivioleta es el más goleador de Segunda División, el que más remates a portería realiza y el que más la toca dentro del campo rival
Que al Real Valladolid le están saliendo, de momento, las cosas bien es bastante evidente. Las sensaciones que deja el equipo en cada partido son muy positivas, tanto que la afición cuenta los días y las horas para que los suyos vuelvan a jugar. Quien ve a los blanquivioletas en Zorrilla o por televisión se divierte, sabe que va a ver un buen partido de fútbol y que, prácticamente, tiene los goles asegurados.
Pero más allá de lo que desprende el equipo o ciertos jugadores individualmente, los datos corroboran que esas percepciones no son infundadas, todo lo contrario, refrendan que este Real Valladolid está haciendo las cosas muy bien y que el camino para volver a Primera División debe ser este.
Sin ir más lejos, los primeros números que lo constatan son los de la clasificación. El Pucela es segundo con trece puntos, logrados después de cuatro victorias y un empate. Junto a Numancia y Lugo, son los tres conjuntos que más han ganado en esta Segunda División.
Entrando en estadísticas un poco más concretas, el equipo de Luis César Sampedro lidera cuatro apartados un poco más concretos. El que más llama la atención, sobre todo por lo visto en años anteriores, es el de goles a favor.
El Real Valladolid es el conjunto de plata que más tantos ha marcado hasta el momento, con un total de quince, o lo que es lo mismo, más de dos goles por encuentro (y ocho jugadores ya han visto puerta). Para hacerse una idea de la magnitud de este dato, la campaña pasada se consiguió el tanto número quince en la decimotercera jornada el cinco de noviembre de 2016.
Una causa para poder llegar a esa consecuencia es que los blanquivioletas son los segundos de toda LaLiga 1|2|3 que más centran, con 169 hasta el momento, pero lo que es mejor aún, que si lo hacen, lo hacen bien. La plantilla pucelana es la tercera, junto con el Alcorcón, con más centros buenos (38). Aunque parezca una perogrullada, para marcar goles hay que llegar al área rival y rematar. Pues bien, el Real Valladolid también lidera esas particulares clasificaciones. Es el conjunto que más remates a portería realiza, con un total de 45; más lejos están Tenerife y Córdoba cerrando el podio.
La idea de juego de Luis César, que empieza con el portero pero que continúa con los laterales en la divisoria del campo, ayuda a que sean los blanquivioletas los que más toquen la pelota más en el área rival. Tanto que suman 163 toques en campo contrario, por delante de Huesca (150) y el Rayo (148), próximo rival.
Después de mucho tiempo se ha visto que la estrategia y el balón parado, bien trabajado, funciona. El ejemplo más cercano es el gol olímpico de Óscar Plano. Los saques de esquina a favor son un arma importantísima para cualquier equipo si sabe aprovecharlo. Parece que el Real Valladolid está sacando rendimiento a ser el conjunto que más córners a favor tiene, con 47, los mismos que el Córdoba, aunque parezca increíble.
Si todo lo anterior es posible es porque los blanquivioletas tienen el balón con criterio y saben lo que tienen que hacer con él en casi todo momento. En caso de que lo tenga el rival, Luis César no dudó en explicar a los suyos y a toda la afición que se puede recuperar a base de faltas (sin ser violentos). A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, el Real Valladolid no es el conjunto que más faltas comete, se sitúa quinto con 116 faltas realizadas; en la misma posición que en la clasificación de tarjetas amarillas, ya que ha visto un total de 21.
Inconscientemente, mucha gente relaciona una acción de falta con una entrada. Una entrada (o tackle) es una jugada a ras del suelo que se realiza con una pierna por delante de la otra para robar el balón al oponente, que si se realiza limpiamente no habría ningún tipo de amonestación. Pues el Real Valladolid también es líder en esto. Es el equipo que más entradas realiza, con 151, y que más entradas realizadas ha ganado, con un total 120, lo que se traduce en un 79’5% de acierto. Todas estas ‘sub-clasificaciones’ de poco sirven si en la que tiene valor realmente no se está entre los seis primeros. Hasta final de temporada queda mucho, pero parece que, esta vez sí, las cosas van bien. Las estadísticas así lo refrendan.