El canterano del Real Valladolid, protagonista en el partido contra el Alcorcón, compareció en sala de prensa y confirmó sentirse muy feliz por haber superado las inseguridades de principio de temporada
Apenas rebajada la euforia de este jueves, consecuencia de su titularidad y de su gran partido, Anuar saltó a rueda de prensa con el mismo ímpetu con el que se fue hace unas horas del José Zorrilla. El mediocentro ceutí, protagonista frente la Agrupación Deportiva Alcorcón, compareció este viernes ante la prensa con la satisfacción que supone recibir recompensa al trabajo realizado.
Dicho trabajo comenzó hace una casi década, cuando el jugador llegó al Real Valladolid y en la que ha ido creciendo poco a poco: “Son diez años lo que llevo aquí en el Real Valladolid y siempre he ido escalando y escalando. Mi sueño era llegar al primer equipo. Me ha costado mucho hacerme un hueco. He tenido momentos muy duros, pero nunca me he rendido”.
La historia de superación de Anuar parece encontrar premio este año. Si bien es cierto que la joven promesa vallisoletana gozaba de minutos en Copa del Rey, donde rindió con creces en la última eliminatoria del Pucela, sus apariciones en liga se reducían a la del derbi en León de la cuarta jornada.
Sin embargo, gracias en parte a la sanción de Luismi, que estará fuera de los terrenos de juego los próximos tres partidos, el canterano logró meterse en el once titular y cumplir otro de sus sueños particulares. “Poco a poco el camino se ha ido iluminando y ahora he conseguido entrar de titular este partido. Estoy contentísimo de no haber tirado la toalla”, afirmó.
“Sabía que era un día muy importante para mí”, confirmó Anuar, refiriéndose a el último encuentro y reconociendo también los nervios que le inundaron minutos antes de que comenzase el choque. No obstante, con el sonido del silbato inicial, el nerviosismo desapareció para dar entrada a la mejor versión su fútbol, tal y como él se había prometido: “Tenía en mente que quería hacerlo bien sí o sí. Sabía que iba a dar todo de mi”.
Bien sea por su autoconvicción o no, lo cierto es que el ceutí rindió a un gran nivel y sus compañeros, en especial los más veteranos, no dudaron en darle la enhorabuena al término del duelo. “Muchos compañeros, como Deivid o Borja me felicitaron”, reconoció el mediocentro, antes de admitir que su entrenador, Luis César, también hizo lo propio en el vestuario.
Pese al gran momento que atraviesa, aún recuerda cómo las inseguridades estuvieron presente en numerosos momentos de su carrera, incluso en la actual campaña. “En verano sentía que las cosas estaban un poco difíciles. Hay veces que uno piensa que su sitio no está aquí. Cuando no llegas, tienes miedo y te comes la cabeza”, explico.
Ahora, con la moral renovada, Anuar solo mira hacia al futuro, en concreto al próximo partido en Almería, donde espera volver a repetir titularidad, aunque esto último, dice, tendrá que decidirlo el entrenador. Para viajar a tierras andaluzas, donde el equipo deberá mejorar su cara de visitante, se lleva su ilusión y confianza, al igual que sus compañeros, unos con los que confiesa sentirse más cómodo que nunca. “Cuando estás rodeado de un buen vestuario es más fácil entrar y dar lo mejor de ti”, apuntó.
De igual forma, y para cerrar su discurso, Anuar concluyó con una frase que demuestra su compromiso con el equipo al que ha estado ligado en todo momento: “Siempre he dicho que quería estar en el Real Valladolid”. Visto lo de ayer, pocos pueden dudar que no esté en lo cierto.