El filial empató a uno contra el conjunto manchego, en un encuentro igualado y en el que se notó la necesidad de ambos
El Real Valladolid Promesas sigue sin carburar. Contra el CD Toledo volvió a competir, pero volvió a verse atascado en el juego y sin fortuna en las áreas, algo que le sigue penalizando. No obstante, después de verse por enésima vez por debajo en el marcador consiguió salvar un empate, lo más justo que podría haberse dado entre dos equipos que llegaban y continúan muy necesitados.
De fútbol lo primero, porque la igualdad vino por su ausencia, o por lo menos por la falta de continuidad en el juego, que hizo que nadie gobernase el encuentro. Seguramente por aquello de que tenía el balón el conjunto manchego pudo engañarse y pensar que fue mejor en la primera mitad, a pesar de que la primera ocasión fue para los blanquivioletas.
La tuvo Mario Robles en un remate de cabeza que no pudo concretar y que se perdió por encima de la puerta de Jon Ander después de que Miguel ganara bien la espalda a la zaga y pusiera un centro desde el lado derecho, apurando casi la línea de fondo.
Fue lo más señalado del filial en el primer periodo, toda vez que el cambio de dibujo no trajo una mejoría en el juego. Los ataques, una vez más, fueron a arreones y la amenaza no fue excesiva, a pesar de la firme voluntad.
Mientras tanto, el Toledo trataba de manejar la posesión, aunque sin llegar a generar peligro, debido en parte a la firmeza de Mario en medio y de Rubén atrás y a su propia incapacidad, pese al manejo del cuero. No obstante, se encontró con un gol en una mala salida de Guille Lara, que dudó y se quedó a medias en un pase filtrado que Héctor Figueroa consiguió enviar al fondo de la red para hacer la diferencia al descanso.
De los vestuarios se volvió con una variación, la entrada de Alvarado por Rubén, que mejoró la circulación del Promesas sin llegar a convertirlo en una máquina de juego. Pronto Javi Pérez empató en una jugada un tanto afortunada, puesto que su latigazo golpeó en el larguero cuando todo el mundo tenía la palabra golazo en la boca, y antes de poder lamentar el error, el rechazo dio en la espalda de Jon Ander y entró en su portería. Un poco después el alcarreño lo volvió a intentar, aunque sin tanta suerte, como tampoco la tuvo Samanes, que la buscó en algún disparo lejano durante todo el envite.
El Toledo reaccionó bien y Ortí, tras una buena jugada por la izquierda, obligó que Guille Lara hiciese un paradón en respuesta al remate abajo al palo izquierdo. Fue prácticamente la última acción técnica bien resuelta, puesto que el choque entró en los veinte minutos en un estado de esquizofrenia que dio comienzo con la petición de mano –que no de matrimonio– de los visitantes en una jugada embarullada en la que algo hubo, y hasta sonó, aunque no se sabe si el golpetazo fue en una mano vallisoletana o manchega.
Instantes después el árbitro se vio obligado a parar el juego después de un aparatoso golpe de Jon Ander con Corral, después de que el portero saliera a despejar el envío hacia el lateral en busca de dañar a la espalda de la defensa, como en otros momentos. El daño fue para el blanquivioleta, que tuvo que ser retirado en camilla con collarín y recibió puntos de sutura por el golpe en la cabeza, que le causó, además, un traumatismo craneoencefálico.
Lo sustituyó Velásquez, quien casi tira todo por la borda al intentar rebañar un balón a Álvaro Antón. El atacante burgalés cayó dentro del área y en la grada a muchos la acción defensiva les pareció penalti, no así al colegiado de la contienda, el extremeño Del Río Lozano, que invitó a que se siguiera jugando. Y así se hizo, y hubo alguna que otra aproximación peligrosa, como un contragolpe de Luis Suárez, que quiso hacerlo todo –como siempre– en lugar de servírsela a Miguel, que venía solo por el otro lado.
Quizá otra cosa tampoco hubiera sido justa, porque el partido lo ganó la necesidad, que cada vez apremia más a los dos conjuntos. El de Miguel Rivera continúa metido abajo, ahora con siete puntos. La próxima semana buscará su primera victoria fuera de casa y segunda en lo que va de temporada en casa del Navalcarnero, que se encuentra en play-off de ascenso a Segunda con veinte unidades a pesar de no haber conseguido vencer en los dos últimos encuentros.
Real Valladolid Promesas: Guille Lara; Raúl Navarro, Porto, Rubén (Alvarado, min. 46), Corral (Velásquez, min. 80); Dani Vega (Becerra, min. 73), Mario Robles, Javi Pérez, Samanes; Miguel y Luis Suárez.
CD Toledo: Jon Ander; Expósito, Echaide, Antonio Vázquez, Tomás Sánchez; Israel Castro; Carlos Alberto (Carlos Esteve, min. 80); Sergio García (De Lerma, min. 60), Jorge Ortí (Álvaro Antón, min. 74), Canario; y Héctor Figueroa.
Goles: 1-0, mi. 40: Héctor Figueroa. 1-1, min. 50: Javi Pérez.
Árbitro: Del Río Lozano (C.T. Extremeño), auxiliado en las bandas por Gómez Landero y Galayo Castro. Amonestó a los locales Luis Suárez y Miguel y a los visitantes Toño Vázquez, Carlos Alberto y Álvaro Antón.
Categoría: Undécima jornada del Grupo I de la Segunda División B. Encuentro disputado en los Campos Anexos del José Zorrilla.