El Real Valladolid de División de Honor recibe este sábado a las 15:45 horas al Alcobendas Levitt con el deseo de reencontrarse una vez más consigo mismo

No está siendo la temporada soñada para el Real Valladolid de División de Honor. Cierto es que las sensaciones están siendo mejores que los resultados, pero también que después de estos hablan de un equipo que no es capaz de sacar más que tres puntos a la zona de descenso después de once jornadas y que está ya a catorce de la tercera plaza. Después de sumar tres puntos de quince, los de Víctor Fernández vuelven a su casa, donde más cómodos están, para enfrentarse al Alcobendas Levitt.
Será este sábado a las 15:45 horas cuando el balón eche a rodar ante un recién ascendido que lucha por salvarse y que llegará a Valladolid undécimo, con doce puntos, cuatro de ellos sumados a domicilio, precisamente contra dos equipo de la región, el Santa Marta, contra quien empató a uno en la fecha inaugural, y el Fútbol Peña, a quien se impuso por cero a tres.
Los madrileños tratarán de poner en apuros a un conjunto, el blanquivioleta, que llega mermado en la zona trasera. Así, las bajas de Apa, que sigue con el filial, y de Tena, lesionado, obligarán a Víctor a disponer solo de tres defensas naturales: Nieto, lateral izquierdo, y lo centrales Salisu y Óscar de Frutos. Las combinaciones para poder recomponer la zaga pasan desde retrasar a un mediocentro y pasar a Óscar al lateral hasta colocar como carrilero a un extremo pasando por la incorporación de algún defensor del B.
En todo caso, la necesidad apremia y la obligación pasa porque el Real Valladolid sume otra vez tres puntos en casa, en lo que debería ser el inicio del despegue definitivo de un equipo que juega bien, mucho, pero que no termina de competir (si por competir se entiende solamente sumar). Dirigirá la contienda Francisco Rivera García, asistido por Ricardo López Lavín y Jesús Mansilla Barrientos.
