El Real Valladolid inicia el mes de febrero en casa con el anhelo de mostrar la buena cara mostrada en enero y heredada del pasado año, pero a la vez con el deseo de sumar la primera victoria en el Nuevo José Zorrilla en el presente.

Hubo una vez una cantante mexicana que se hizo famosa en España por cantar una de esas canciones que La Vuelta consagra como canción de otoño. Patricia Manterola era el nombre de la mujer en cuestión, y ‘Que el ritmo no pare’ el temita de marras. Una canción que España entera llegó a aprenderse de memoria, con la excepción de los cortos de ídem, incapaces de memorizar su repetitiva e insulsa letra.
Carente de literatura, tuvo al menos el gancho del que carecían los últimos acordes escogidos para acompañar a ese puñado de entrañables pirados que despiden el verano montados en una bicicleta, pasando calor por las carreteras españolas. El suficiente como para que aún hoy el mantra que tantas veces se repite sea utilizado como señal de ánimo.
En la actualidad no es el otoño la estación vigente y la temperatura reinante no es ni tan siquiera parecida, pero bien podría aplicarse el cuento la afición del Real Valladolid para invitar a los suyos a seguir adelante. “¡Que el ritmo no pare!”, deberían decir los más frioleros y los menos a los chicos de Djukic antes de que suene el himno en el segundo envite en el Nuevo José Zorrilla de este 2012.
Así debe ser, porque mantener el ritmo supondría seguir encaramados a los puestos altos clasificatorios, sumar un partido más a los once que llevan sin perder y al año inmaculado que por ahora llevan. Y, también, por qué no decirlo, porque así darían una alegría a una hinchada que en el partido ante el Alcorcón se fue a su casa no muy conforme.
Para que así sea, Miroslav Djukic ha introducido un cambio en su lista de dieciocho. Sale por obligación Javi Baraja y entra el inédito Dani Aquino. En el once, por contra, no se esperan permutas. Por tercera vez en lo que va de temporada saldrán los mismos once jugadores que vencieron el pasado fin de semana en El Collao, repitiendo así alineación dos semanas consecutivas por primera vez en la temporada.
Enfrente estará el colista, un Nàstic de Tarragona que después de cambiar de técnico mejoró, pero que ha visto como el efecto D’Alessandro duró más bien poco. Con él han logrado las tres victorias que suman, pero su media de puntos por encuentro se antoja escasísima para huir de la quema.
Pese a la sensación de desconocimiento del rival que el argentino dio en una entrevista esta semana, al hablar del dibujo de Djukic como un “4-4-2 bien definido”, es probable que su intención -de perogrullo- pase por buscar la espalda de Mikel Balenziaga con Álvaro Rey como extremo punzante que surta de balones a Berry Powel, su máximo goleador, y el recién llegado Hugo Bargas, con quien el holandés ya jugó en Holanda.
No será fácil, pues además de la buena racha del Real Valladolid y de su mala situación, por más que se hayan dado diversos cambios en banquillo y plantilla, el Nàstic es un equipo al que los blanquivioletas le tiene tomada la medida este año, pues se han impuesto en los dos envites en que se han visto las caras con un balance de nueve goles a favor y ninguno en contra.
El encuentro, que será televisado por Gol Televisión y Canal Plus Liga, será dirigido por el colegiado andaluz Mariscal Sánchez.
