Se reencuentra con el triunfo (2-1) tras vencer en el descuento –y de penalti– a un Atleti B que deja de estar invicto, en un partido parejo en el que ninguno mereció caer

Cuenta la historia que cuando Don Quijote vivía aquellas aventuras descubrió un antídoto que le hizo sanear todos sus dolores, no sin padecer durante el proceso otros malestares. Toda recuperación no tiene por qué ser sencilla. El caso es que encontró de golpe la cura a los males que arrastraba al beber aquel Bálsamo de Fierabrás.
El Parquesol encontró su bálsamo frente al Atleti B, en un partido de locos, y en el que las naranjas se toparon con el premio en forma de penalti en el descuento cuando todos en el Saso –excepto los ciegamente optimistas y los aficionados rojiblancos– suspiraban porque el árbitro diera por concluido un convite que tardará en borrarse de la memoria de unos y de otros.
Del recuerdo atlético porque se trata de la primera derrota de la temporada, que separa a tres puntos la distancia con el líder, el Tacón, que sí venció –por la mínima– en su visita al Alhóndiga. Las rojiblancas no merecieron perder, pero saben que tampoco tuvieron cerca la victoria, es más, solo la rozaron en los últimos minutos, cuando el Parquesol ya estaba con diez jugadoras sobre el césped.
El único peligro llegaba a balón parado porque Noelia y Maka cortaban todos los pases interiores y aéreos que rondaran el área. Y si no, ya esperaba Lucía que volvió a asombrar con dos paradones en los últimos instantes. Pero el Atleti B sabía que para ganar a las parquesolinas, que llegaba tocadas por los malos resultados a este partido, tendría que haber hecho mucho más.
Y el Parquesol olió sangre y atacó. Con un inicio primoroso, con la presión alta, que se diluyó con el paso de los minutos, pero que tampoco se transformó en un repliegue defensivo intenso. Y premio a no echarse atrás llegó el primer gol: balón profundo que ataja Alexia y pica por encima de Lidia. Era el primer tiro a puerta y el segundo no llegaría hasta el minuto 93, y con un resultado idéntico.
Tampoco había tirado mucho más el Atleti B cuando, dos minutos más tarde, sellaba el empate. Centro lateral que remató prácticamente a puerta vacía Anita. Al igual que en Guadalajara, el Parquesol dejaba escapar la ventaja en un santiamén. Al menos sí logró mantener la igualada al descanso, incluso hasta el final. Lo que nadie presagiaba es que ese resultado se iba a quedar corto.
De la expulsión de Maka al delirio de Sandra
Las visitantes siguieron su crecimiento en el partido. Empezaron mejor el segundo acto, con las naranjas que se vieron obligadas a replegarse, pero no transformaban ese dominio en acciones claras. Tampoco el Parquesol aprovechaba sus contragolpes, y al entrar en los últimos diez minutos igual, todo apuntaba a que la contienda se iba a decantar en algún detalle.
Así fue. El primero –pero finalmente no determinante-, la expulsión de Maka. Una extremo rojiblanca arrancó por la izquierda, Kela la dejó marchar y la central se vio obligada a realizar el trabajo sucio cortando el contragolpe y forzando así su segunda amarilla. Las de Cristóbal se quedaban con diez a falta de nueve minutos y acabar el partido en empate, con el Atlético volcado, se antojaba una necesidad, pero también un milagro.
Para todos, menos para Nata, que creyó. Realizó un partido inmaculado, demostrando garra, pundonor, enseñando que no hay balón perdido y que, en el fútbol, con fe todo es posible. En una de sus arrancadas –que en la segunda mitad fueron varias– pisó área y fue derribada por la defensa atlética. Penalti. Sandra tenía en su pierna derecha los tres puntos.
Y no solo eso. Al chutar –muy bien, por cierto– tiró por los aires la mala racha de resultados, la convulsión de las últimas fechas y la mala suerte que rondaba el Parquesol cada vez que tenía en su mano una victoria. Todo se fue con ese balón que entró en la portería, desatando el delirio de las naranjas y de los cientos de espectadores que presenciaron este épico encuentro, que aún se prolongó varios minutos más, sin que ocurriera nada más salvo algún que otro “pita ya, señor colegiado” de la grada local.
Las de Cristóbal dan la vuelta a la racha y a la suerte y dejan atrás cuatro encuentros sin ganar para sumar tres puntos que las afianzan en la cuarta plaza. Justo antes de jugar ante el León, que aún no ha dado muestra de si luchará por los puestos de arriba o bien por el descenso. Allí viajarán sin Maka y Charle, por sanción, pero con la ilusión renovada de haber vencido a un grande.
Quién iba a decir que el Parquesol encontraría su bálsamo en la batalla más difícil. Que después de pasar por todos los apuros posibles y por haber se toparía con un penalti en el descuento que eliminaría todos los males de golpe y porrazo. Pero a veces la suerte se busca y cuando se ve un gigante en el horizonte es necesario no quedarse atrás y atacar, aunque sea una idea de locos. Porque, a veces las ideas locas son las que más triunfan. Nata la tuvo y echó a correr, y esta vez el triunfo se quedó en el Saso.
CD Parquesol: Lucía; Kela (Ana, min. 82), Nuria (Andrea, min. 85), Maka, Noelia; Rivas, Nata, Barbi, Paulita, Alexia (Lore, min. 69) y Judy (Sandra, min. 62)
Atlético de Madrid S.A.D: Lidia; Totana (Ana, min.80), Lorena, Cris, De la Fuente (Itziar, min. 45); Sara, Sandra, Andrea (Elena, min. 57), Osorio y Nerea (Berta, min. 70), Anita
Goles: 1-0: Alexia, min. 35; 1-1: Ana, min. 37; 2-1: Sandra, min.90
Árbitro: El colegiado Gonzálvez Alcalde dirigió el encuentro junto a sus asistentes. Amonestó a Alexia y expulsó con doble amarilla a Maka, en el Parquesol; sacó amarilla a Nerea, Jorge y Sandra en el Atlético B
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 10 del Grupo V de la Segunda División Femenina en el José Luis Saso ante más de 200 espectadores, la que es ya la mejor entrada de la temporada hasta el momento
