La UD Almería cambió de entrenador tras la decimoquinta jornada y desde entonces ha conseguido salir del descenso y tener un colchón de cinco puntos sobre él
Foto: LFP
Después de la tormenta siempre llega la calma. Y no, este refrán no solo se refiere al tiempo meteorológico, también sirve como metáfora para resumir situaciones en las que se ha pasado de la inestabilidad a la quietud en un corto período de tiempo. En este caso, la UD Almería podría hacer suyo este dicho popular, puesto que resume a la perfección la metamorfosis que sufrió a mediados de noviembre con el cambio en los banquillos.
Ramis fue el encargado de arrancar la nave rojiblanca a principio de temporada, aunque su vuelo no duró demasiado. Los malos resultados obligaron a la entidad almeriense a prescindir de sus servicios cuando solo habían pasado catorce jornadas.
En ese período de tiempo, la UD Almería había obtenido tres victorias y tres empates por ocho derrotas, que tenían al equipo sumido en puestos de descenso (posición 20 la semana de la destitución) con tan solo doce puntos, aunque a tres de la salvación.
La dinámica no era la adecuada y desde las altas esferas del club no querían sufrir como la temporada pasada ya que se quedó a tres puntos del descenso a Segunda B, sellando la permanencia prácticamente en el último partido.
Obviamente, la salvación debía ser el primer paso de este equipo y consideraron que con Ramis se iba a sufrir más de la cuenta, por eso, buscaron una solución en un viejo conocido para el club y para la afición. Lucas Alcaraz se hizo cargo del banquillo almeriense por tercera vez en su etapa como técnico y al equipo le cambió la cara y devolvió al club esa calma que necesitaba cor urgencia. Tanto que fue llegar y besar el santo: consiguió golear por 3-0 al Real Zaragoza en su debut esta temporada y desde entonces los resultados han mejorado ostensiblemente. Desde la decimoquinta jornada, el Almería ha logrado siete victorias y cuatro empates (y cinco derrotas), lo que le ha reportado veinticinco puntos y dar un salto clasificatorio importante.
Decíamos anteriormente que en la decimocuarta jornada, el próximo rival del Real Valladolid era el vigésimo clasificado con doce puntos. Pues bien, dieciséis jornadas después, la Unión Deportiva Almería ha conseguido situarse en la decimoquinta posición con 37 unidades y tener cinco puntos de colchón con respecto al descenso, que ahora mismo ocupa la Cultural Leonesa con 32.
Evidentemente, nadie puede confiarse. Ni en Almería, ni en Valladolid. Ni en Tarragona, ni el Albacete. Porque la Segunda División da muchas vueltas y todavía quedan doce jornadas por disputarse. Solo el tiempo y el trabajo sobre el césped dirá si el cambio de entrenador ha sido efectivo y solo será si la UD Almería consigue salvarse. De momento, los pasos que está dando están siendo en la dirección correcta.