El Pucela ha conseguido hacer trece goles a partir del minuto 75. En esos encuentros con tantos tardíos, los blanquivioletas siempre han puntuado
Hay un dicho en el refranero popular español que dice que hasta el rabo todo es toro. Por lo tanto, en un partido de fútbol hasta que no pita el árbitro el final, todo está por decidir y hasta ese mismo instante hay que luchar. Porque si tu equipo va ganando no puede relajarse por si las moscas; pero si va perdiendo debe dar todo de sí para intentar sacar algo positivo. Está visto y comprobado que los goles en los últimos minutos dan ascensos, Champions, permanencias y deciden otras tantas cosas.
En el aspecto que nos atañe que es, sin duda, el Real Valladolid, la cosa no le puede ir mejor. Los blanquivioletas han logrado trece goles a partir del minuto 75 de encuentro, repartidos en once partidos diferentes y en todos ellos ha logrado sacar algo positivo: en tres ocasiones arañar un empate y en las otras ocho restantes sumar tres puntos al casillero.
Es decir, con trece tantos en el último cuarto de hora de partido el Real Valladolid ha sumado dieciocho puntos (más nueve de goles que no interfirieron). Pero desglosemos exactamente cómo han sido y qué hubiera pasado de no haberse marcado esos tantos.
En la jornada once y frente al Lugo, Jaime Mata anotó en el 89′ el empate a dos con el que terminó ese encuentro. Frente al Reus, una semana más tarde, Ángel consiguió las tablas en el marcador y traerse a casa un punto más.
Ya, en la jornada catorce y en El Molinón, Luismi consiguió estrenarse en esta faceta con una diana en el 75′ que permitió al Real Valladolid empatar ese encuentro que se le puso cuesta arriba demasiado pronto. Con el inicio de la segunda vuelta las cosas siguieron parecidas y gracias a un solitario tanto de Jaime Mata en el minuto 78 permitió al Pucela lograr la segunda victoria de la temporada a domicilio, en este caso en el Mini Estadi. Una jornada más tarde, de nuevo, Luismi marcó un gol que bien valió un triunfo en Zorrilla. En este caso el mediocentro andaluz logró perforar la portería del Sevilla Atlético en el 86′.
En el derbi más esperado de la temporada, ante la Cultural Leonesa, también hubo que esperar al final para ver ganar al Real Valladolid. Pablo Hervías fue el encargado de romper la igualdad en el marcador en el 81′. El riojano anotó de penalti y ese gol supuso el 3-2 en el luminoso y que los tres puntos se quedaran en casa. Lo mismo pasó dos jornadas después, frente a la entonces todopoderosa SD Huesca. Óscar Plano devolvió la ilusión a la grada con un trallazo en el 86′ después de que los visitantes lograran igualar el 2-0 con el que los blanquivioletas se fueron al descanso. Esta pasada jornada, Jaime Mata, con un testarazo inapelable en el 86′, permitió al Real Valladolid seguir vivo en la pelea por el play-off y ganar al Almería.
Solo ha habido tres ocasiones en el que los goles tardíos solo han servido para ampliar la renta en el marcador, pero su importancia es casi igual de decisiva, porque gracias a ellos se pueden decidir golaverajes tanto generales como particulares. En primer lugar, Giannis Gianniotas se estrenó como goleador en su debut con la blanquivioleta en el minuto 80 de partido para poner el 2-0 en el marcador. Tan solo cuatro minutos después, Pedro, jugador del Granada, marcó el 2-1 que metió el miedo en el cuerpo a la parroquia blanquivioleta.
En segundo lugar, el Real Valladolid goleó al Alcorcón en Zorrilla por 4-0. Los dos últimos tantos los anotaron Mata en el 87′ y Gianniotas en el 91′. Por último, el Real Oviedo cayó en el feudo blanquivioleta por 3-1. Mata puso en el minuto 77 el dos a cero y fue Míchel en el 90′ el que sentenció la victoria con un gol después de que los carbayones consiguieran meterse en el partido gracias a Linares.
Con todo esto, se puede decir que los blanquivioletas han aprovechado el último cuarto de hora de partido, bien para ganar o bien para empatar. Porque cada punto suma y todos son necesarios a final de temporada para poder lograr el objetivo, que en este caso no es otro que entrar en play-off. Porque como diría aquel: hasta el final, vamos Real…Valladolid.