El Real Valladolid B visita este domingo A Malata con la necesidad de puntuar para mantener a los departamentales a raya

La evolución del Real Valladolid Promesas parecía sacada de un cuento de hadas, destinada a un final de esos en los que la última afirmación es que fueron felices y comieron perdices. Pero entonces un giro argumental en forma de derrota en casa contra el Pontevedra cambió el guión hasta el punto de que al filial se le puede complicar tremendamente la vida si pierde contra el Racing de Ferrol, conjunto que se encuentra justo por debajo en la tabla clasificatoria con dos puntos menos.
La racha conseguida con anterioridad, de doce partidos sin perder, se rompió de manera abrupta ante uno de los rivales directos que han de encarar los de Rivera en este tramo final de temporada. Y no querrá el andaluz que sus pupilos se olviden de ella: si consiguieron estar tanto tiempo sin perder es por algo. Algo que ha de reaparecer en A Malata para al menos no perder.
Llegados a este punto, los tres puntos se antojan vitales, pero una derrota sería fatal, pues devolvería a los blanquivioletas a los puestos de descenso –actualmente están en play-out–. Y los gallegos no lo podrán fácil, porque llegan también con una necesidad apremiante y con cinco victorias seguidas como locales, mientras que el filial, incluso durante esa racha, apenas ha sido de ganar fuera: sumó una victoria frente a seis empates, positivos también, como, llegado el caso, podría serlo en esta ocasión.
El choque, que arrancará a las 17:00 horas en el estadio departamental, es uno de los varios enfrentamientos directos de esta jornada, en la que la Gimnástica Segoviana recibe al Pontevedra y el Toledo recibe al Coruxo. Así, solo el Guijuelo, que juega en casa del Unión Adarve, está exento de visitar a un equipo que pelea por una salvación que matemáticamente se le podría esfumar a los manchegos o a los segovianos en función de los resultados que se den. Volviendo al Real Valladolid B, una victoria no sellaría la permanencia –play-out al margen–, pero la encarrilaría, ya que el colchón sería al menos de cuatro puntos con dos jornadas por disputarse.
En el plano de bajas, destaca principalmente Luis Suárez, sancionado, mientras que Velásquez, relegado recientemente otra vez a la suplencia en beneficio de Sali, está lesionado. En la lista dieciocho está Miguel, que vuelve tras su lesión de tobillo. No obstante, lo normal es que Miguel Rivera dé continuidad al bloque de los últimos partidos, pese al tropiezo del fin de semana pasado. La convocatoria completa es la siguiente: Dennis, Guille Lara, Apa, Raúl Navarro, Sali, Mario Robles, Carrascal, Moi, Corral, Miguel Marí, Javi Pérez, Domínguez, Mayoral, Alvarado, Samanes, Boselli, Becerra y Miguel.
Enfrente estará un rival que dirige un viejo conocido como es Ricardo, exportero del Real Valladolid, otrora internacional en las filas vallisoletanas, y que ha conseguido revitalizar al cuadro departamental por lo menos en casa, donde han sumado cinco triunfos de manera consecutiva y se espera un ambiente de lo que será el envite: una final. De los últimos ocho partidos obrando como locales, los que lleva el excancerbero, el Racing de Ferrol ha ganado seis y perdido dos.
Frente a la mayor juventud del filial, los hombres más destacados de los ferrolanos son el portero Ian Mackay, el veterano Nano (ex de Barça, Atlético de Madrid o Numancia), Jacobo Trigo o sus dos máximos goleadores, Pablo Rey –siete tantos– y Joselu –autor de ocho–, pese a la irregular temporada, jugadores de contrastada calidad y sobrada veteranía en la categoría.
