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¡Ya están aquí…!

por Jesús Domínguez
12 de mayo de 2018
Mata2

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El Real Valladolid vence al Albacete Balompié por tres goles a dos y se engancha a los puestos de play-off

 

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Mata || Foto: LFP

Lo del Real Valladolid de esta temporada es digno de estudio. Como si fuera un Poltergeist, vagó como alma en pena demasiado tiempo, en el que hasta su entrenador llegó a ser durante meses una presencia al menos sospechosa. Con el tiempo, y con el cambio de técnico, sin embargo, ha terminado por convertirse de carne y hueso. Culminada la victoria sobre el Albacete, aquellos con los que pugna por el play-off de ascenso se han convertido sin quererlo en Heather, la niña rubia de la película, y no pueden por menos que reconocer que “¡ya están aquí…!”.

Porque así es. Porque así lo atestigua la tercera victoria en cuatro partidos y las cuatro jornadas seguidas sin perder. Porque, aunque todavía arrastra cuando vence las cadenas que le atan a los problemas defensivos, por ejemplo, ya es más una aparición que un espectro. Por méritos propios se mete de lleno en una pelea que semanas atrás parecía no ser suya. Se mete, ahora sí que sí, en la pugna por un play-off con el que purgaría las penas.

Lo que es la vida; los blanquivioletas debieron ganar con comodidad o incluso con holgura, pero por ese arrastre no pudieron. Encajaron dos goles en las tres únicas acciones en las que el Albacete llegó a amenazar realmente, precisamente en esas dos, a pelota parada. En líneas generales fue buena la actuación de los vallisoletanos, no rutilante, pero sí dominante y rotunda –salvo en el marcador– por la ambición demostrada. Quiso ganar y quiso hacerlo proponiendo a través del balón. Los tres puntos fueron merecidos.

Mata abrió la cuenta a los trece minutos tras sufrir un penalti de Gaffoor, que solo pudo parar su galopada con una infracción. La asistencia magistral de Toni allanó el camino y volvió a probar que el fútbol es más fácil cuando juegan los buenos. Aunque algo impreciso a veces, el pequeño genio murciano se mostró participativo entre líneas y trató de asociarse con Míchel, otro de los retornados del purgatorio de la grada.

La alegría duró poco, porque otro balón parado costó caro. Una falta lateral botada desde el lado derecho ofensivo y zurdo defensivo se convirtió en el empate, de Zozulia, previo testarazo fácil. Lo fue porque tanto él como dos compañeros suyos se encontraron en franquía después de que la defensa se quedara parada y les dejara solos para el paredón a Masip.

No sería la primera vez, puesto que en la segunda mitad pasó algo semejante en una nueva ocasión. Antes, aún en la primera, el catalán salvó el segundo en un remate de Héctor a bocajarro ante el que sacó una mano milagrosa. El susto en el cuerpo no se le quitó a la grada, pero no fue tal para el equipo, que siguió como si nada, llevando el balón e intentando romper las líneas de defensa del Alba, que no sufrió en demasía pese a los intentos de Hervías y Gianniotas por fuera.

El descanso nada cambió en las intenciones de unos y otros. El Real Valladolid quería ganar y se volvió a poner por delante en otro extraño, en algo tan inaudito como el gol de cabeza de Toni. Hervías propulsó el balón desde la izquierda y, pasado, cayó a donde se había incorporado el murciano, que estrenó su cuenta con el primer equipo.

Corrió sorprendido, lo celebró con la normalidad que abandera, sin estridencias. Y, en adelante, y hasta que se apagó, siguió culebreando, como el citado Pablo Hervías, que, aunque intermitente, volvió a ser decisivo. Lo fue porque también participó en el tercer tanto, con una asistencia desde el otro lado.

Supuso ese servicio el doblete de Mata, por quien todo pasa y a quien todo le llega. Ganó bien la posición a su par para rematar a gol, agitar las redes, a las masas y todo lo que se le pusiera por delante una vez más. Debió ser aquello el destape del tarro de las esencias, el desencadenante de una goleada que nunca llegó. 

Si a alguno le preguntasen en la grada, diría que Luis César Sampedro se había puesto peluca y estaba entrenando al Albacete, porque como con el gallego hace semanas, Quique Martín lo porfió todo a Zozulia –anteriormente conocido como Zozulya–. No le salió bien porque no le acompañó el resto del bloque (bajo, defensivo), pero fue tan incómodo, ganó tantas batallas, que por un momento pareció el candidato adecuado para ganar las elecciones a la alcaldía de Kiev y hasta a las de Moscú.

De nada le sirvió, porque muchas veces estaba muy lejos del área y porque al fútbol se juega sobre todo con los pies, y él debe tener los dos no naturales. No obstante, y como en la primera parte fue capaz de provocar esos “solo podíamos ser nosotros” después de romper con el mal fario que le perseguía desde el envite de la primera vuelta, desde el cual no veía puerta. No tiró ni el penalti, infantil, o cuando menos por mala fortuna.

Fue desde el punto fatídico desde el cual Bela volvió a meter al Alba en el partido, no tanto porque a partir de ahí hubiera un aluvión de llegadas como porque en otra jugada aislada –como las dos anteriores– podría llegar el empate. El Pucela no se llegó a cerrar, o no todo lo que podría, y buscó rematar el asunto para que no pareciera que el muerto estaba muy vivo.

No hizo falta. El Albacete ya no se levantó; apenas incordió en el tramo final aunque enviara más de un balón largo deslabazado y sin peligro. Esta vez no hubo ni sustos, aunque más de uno, como en el pasado se llevó alguno que otro, contuvo la respiración como quien pasea por la ‘Casa del Terror’ esperando a que la niña del exorcista intente comerle la cara.

Y así, los blanquivioletas sumaron tres puntos de nuevo, por segunda jornada seguida, tercera en las últimas cuatro, e hicieron el ruido pertinente para ese “¡ya están aquí…!”. Que quizá no dé el mismo miedo que una goleada o que una racha triunfal, pero ya es bastante. Llegados a este punto de la temporada, tiene todo el mérito del mundo poder purgarla, entrando en un play-off en el que el Real Valladolid se encuentra de manera momentánea, después de que tantos (y no sin parte de razón) lo dieran por muerto.

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