Los tantos del Real Valladolid ante el Real Zaragoza fueron obra de Toni y Calero, dos canteranos nacidos en el mismo año

Dicen los entendidos que el buen vino, con los años, mejora. De ello algo saben en Valladolid, provincia en la que las bodegas dedicadas a la producción de esta bebida abundan. Y qué mejor que utilizar el producto de la tierra para que la calidad sea excepcional.
Extrapolando el símil al fútbol, los goles del Real Valladolid en La Romareda llevan sello diferenciador, algo así como el equivalente a la denominación de origen. Toni y Calero fueron los encargados de fusilar la meta de Cristian Álvarez, aunque sus tantos no se vieron premiados con los tres puntos.
Dos jugadores que, además de ser del mismo año (1995), proceden de la cantera blanquivioleta. Toni dio el salto al Promesas 2014/15, dos campañas antes que Calero, aunque ambos han coincido por primera vez en la primera plantilla en este curso.
El murciano ya sabe lo que es ver puerta con el primer equipo, pues hace dos semanas anotó el segundo tanto del Pucela en la victoria ante el Albacete, abriendo su cuenta goleadora en la categoría.
Si ante los manchegos fue de cabeza, ante el Zaragoza no iba a ser menos, y Toni igualó la contienda tras un adelantarse a la zaga maña y aprovechar un buen envío de Borja Herrera.
Por su parte, Calero se estrenó en La Romareda como goleador con el primer plantel y en Segunda División. El de Boecillo puso, ya en el añadido, el 3-2 definitivo a la salida de un córner, tratando de forzar hasta el último segundo un empate que allanara el camino al play-off. Es su primera diana en un año desde que anotara con el filial en la victoria ante el Izarra.
Dos goles que, no obstante, no sirvieron para que el Real Valladolid rascara algún punto en tierras mañas, pero que sirven como premio al esfuerzo de dos canteranos que se han ganado por mérito propio un hueco en este equipo. Cosecha del 95.
