Con la euforia contenida tras clasificarse a la final del play-off, el técnico del Real Valladolid destaca “la personalidad” de sus jugadores a la hora de saber gestionar el partido ante el Sporting en un estadio donde “la afición aprieta mucho”

“Ojalá no nos despierten del sueño”. Es el deseo de un Sergio González que, pese a contener la euforia –algo propio de su forma de ser– no pudo esconder la alegría que le otorga el hecho de que su equipo, el Real Valladolid, se haya clasificado para la final del play-off. Algo que, a su llegada, era posible matemáticamente pero impensable anímicamente, pero que finalmente se ha conseguido.
Y ha sido así gracias a un tramo final “épico” de temporada en el que los blanquivioletas, además de colarse en el play-off, han logrado pasar a la final tras noquear este domingo al Real Sporting de Gijón.
“El fútbol son momentos y el equipo ha sabido que este era el suyo”, alegó González, que además recordó que “el equipo ha llegado hasta aquí por méritos propios”.
Aunque, como bien recordó el técnico, la tarea no era fácil ya que el Real Valladolid se disputaba el pase en un estadio donde “la afición aprieta mucho” y, sobre todo, porque “en El Molinón han ganado muy pocos este año”.
Aun así, sus pupilos salieron enchufados y encarrilaron el choque en la primera parte. “Los diez minutos en los que llegaron los goles fueron decisivos. Se decantó la eliminatoria a nuestro favor y, a partir de ahí, el equipo supo jugar con personalidad”, señaló.
No solo eso, sino que el Real Valladolid supo también capear el inicio del Sporting, que se esperaba intenso. “Sabíamos que era un campo muy difícil, pero hemos vuelto a ser un equipo contundente, que piensa en bloque y que tiene las ideas claras“, apuntó González, que también quiso destacar el gran esfuerzo de Baraja en el banquillo asturiano: “Desde que llegó, su trabajo ha sido espectacular”.
La final peligra para Míchel
Pero, tras otro día eufórico, toca de nuevo mirar hacia delante, y este miércoles se presenta la ida de la final del play-off en Los Pajaritos. Un partido que los blanquivioletas “prepararán con ilusión”, ya que “ahora mismo esto es un sueño” para ellos. “Tenemos poco tiempo para celebraciones, hay que pensar en el rival, y en estos momentos del Numancia me preocupa todo” admitió.
Pero hay algo que inquieta aún más al técnico: el estado físico de Óscar Plano y de Míchel, que se retiraron del césped de El Molinón con molestias. Todo apunta a que el primero de ellos estará en la final ya que “solo sufre una sobrecarga en el isquiotibial”, pero, en el caso del valenciano, no está tan claro: “Lo de Míchel tiene mala pinta. Se ha marchado con malas sensaciones”.
Sea como sea, el Real Valladolid afronta una oportunidad histórica, que los jugadores se han ganado a pulso. “Después de un final de temporada tan complicado, este plantel se ha ganado con creces el derecho a soñar”, sentenció.
