La extremo, que ha militado en el CD Parquesol desde los ocho años, jugará en el Alavés, un proyecto ambicioso con el fin de ascender a la Liga Iberdrola

Lo único constante en esta vida es el cambio. Y en estos tiempos que corren ya nadie toma el cambio como una amenaza, sino como una oportunidad para marcarse nuevas metas y, en definitiva, para seguir creciendo. Aunque necesariamente, más en el caso de llevar tantos años inmerso en una etapa, cuesta dejarla atrás, aun sabiendo que es lo mejor.
Tras más de diez años, Alexia Blanco ha abandonado el CD Parquesol para iniciar una nueva andadura en otro club, el Alavés. Y con ello deja atrás una etapa llena de momentos inolvidables tanto en sus inicios en categorías inferiores como en el equipo femenino, donde milita desde los trece años.
Pese a consolidarse en el ataque, Alexia comenzó en una posición muy distinta: en la portería, que ocuparía en su etapa de prebenjamín. Posteriormente pasó a la línea defensiva, y ya en benjamín y alevín fue cuando empezó a ocupar el extremo, su posición natural.
Así hasta entrar a los trece años en la categoría femenina, donde militó hasta este verano, y que le abrió las puertas de la selección de Castilla y León donde, por otra parte, ya había debutado con la sub 12. Su última aparición fue en esta campaña con la sub 18 para disputar el Campeonato de España, en el que su selección cayó en la segunda fase.
Además, esta última temporada de naranja arrancó a un nivel bestial. Así lo demostró con el póquer de goles que marcó al Madrid B a domicilio, con dianas de todos los colores, y que sirvieron para hacer ver que el Parquesol iba muy en serio en esta nueva temporada (así fue, pues cosechó el tercer puesto, el mejor de su historia).
Pero hay un gol del que Alexia guarda un grato recuerdo, más que por la belleza del mismo, por el significado. Se trata del que endosó en la primera vuelta al Atlético de Madrid B en el José Luis Saso y que contribuyó a una victoria de un valor anímico incalculable. En plena crisis naranja tanto deportiva como extradeportiva, el barco salía comenzaba a salir a flote tras ese convite.
Sin embargo, a medida que avanzaba la temporada a la extremo le costó volver a encontrar portería, hasta el punto de que no marcó en los últimos dos meses de competición. Aun así, y pese a las lesiones que le trastocaron algunos tramos de temporada, su trabajo fue encomiable en cada aparición y le otorgó al equipo electricidad y, cuando era necesario, sosiego, gracias a su habilidad con la pelota en sus pies.
El Alavés, un proyecto ambicioso

Y este cambio de aires tiene como destino el Alavés, conjunto que milita también en Segunda División, aunque en el Grupo II. Pese a quedar al borde del descenso la pasada campaña, el club está realizando un notable esfuerzo por confeccionar una plantilla competitiva y luchar por alcanzar la Primera División B o soñar incluso con llegar a la Liga Iberdrola.
Para ello mantiene la columna vertebral del pasado, con jugadoras ya experimentadas, y ha incorporado ya a varias futbolistas, algunas procedentes de la máxima categoría. Es el caso de Alba Aznar, que llega del Levante, o Vera Martínez, internacional sub 19. Todas ellas a cargo del nuevo técnico, Joseba Basarrate, con doce años de experiencia en el fútbol femenino.
Con todo, Alexia Blanco deja atrás la fuerza naranja para unirse a Las Gloriosas, lo que supone un paso importante en su carrera futbolística. No solo deportivo, sino emocional, pues se desvincula del club donde creció y se convirtió en una jugadora que, además de desbordar talento, interiorizó una cualidad que garantiza el éxito allá donde vaya: la ambición.
Como dice el rapero Kuanik, puedes salir del barrio, pero el barrio nunca saldrá de ti. Y, desde luego, Alexia tomó la decisión de partir, de crearse un nuevo objetivo, pero sabe que ya nunca olvidará ese barrio que le vio llegar a este nivel.
