El técnico del Promesas destaca que “lo importante” es que esos jugadores “van aportando” y encontrando sensaciones, esta vez, ante una Medinense que sueña con volver a verse arriba este año en Provincial

Tal y como cabía esperar, el Real Valladolid B – Gimnástica Medinense fue desigual. Con más entrenamientos y partidos a las espaldas, el Promesas fue superior y venció por tres a cero a un rival que Miguel Rivera “no conocía mucho”, pero al que dio la enhorabuena por el “muchísimo mérito” que tuvo en su opinión su compromiso con la competición pese a llevar pocos días entrenando. Y
Ya en clave blanquivioleta, el técnico analizó “mucho control” de su equipo como algo útil “para dinamizar” lo que llevan trabajado hasta ahora y “para que los jóvenes cogieran un poquito de confianza”. “Con ellos no hay que desesperar, hay que trabajar mucho, estar más tranquilos, que entiendan que el salto de categoría es el abismo que han vivido contra la Real B o contra el Mirandés, pero también sumar trabajo y sesiones” que, por ejemplo, a Adrián Herrera le sirvieron “para reencontrarse con el gol” o que permitieron ver “bien” a Dali o que Rafa o Mito se soltasen un poco más. “Van aportando, que es lo importante”, aseveró.
“Lo que no estaba previsto”, dijo, era tener “tantas dificultades para incorporar compañeros”, algo que ha “trastocado un poco los planes de todo el mundo”, pero que no es óbice para que “todo el mundo trabaje con ilusión”. Al contrario: volvió a invitar a sus jugadores a que aprovechen “las circunstancias y las conviertan en un reto y en una oportunidad”, como la que aprovechó Waldo con su doblete con el primer equipo ante el Rayo Vallecano.
Poco antes de que el filial saltara al campo en Tordesillas, el Real Valladolid anunció el fichaje de Charaf, un nuevo mediocentro que se pondrá a sus órdenes, el quinto si se tiene en cuenta a Carrascal, Pablo Orea, El Hacen y Kike Pérez. No obstante, no dio la posición por cerrada, puesto que la confección final del plantel depende de la dirección deportiva, con la que, eso sí, la comunicación es frecuente (antes y después del partido, sin ir más lejos, se le vio conversar con Andrés Fernández).
“El club sabe lo que está haciendo. Todavía quedan un par de semanas de mercado, nos sentaremos y valoraremos. También hay que ver qué dicen los chiquillos; hay chavales que están hablando muy bien, como Baba y Saeed, que pueden posibilitar que a lo mejor el club no se gaste tanto dinero y sean ellos los que puedan ocupar esos puestos”, concluyó.
Por su parte, Juan Cabezas, entrenador de la Gimnástica Medinense, destacó “la implicación y el trabajo defensivo” de sus pupilos ante “un rival de una categoría bastante superior”, ante el que defendieron “lo mejor” que pudieron. Con ese “compromiso y solidaridad” el técnico espera que el grupo sea uniforme de cara a “luchar por estar arriba” y quién sabe si por el ascenso a Preferente después de ser segundos los dos años anteriores. La clave, “trabajar, trabajar y trabajar”.
