El Real Valladolid B encajó un gol en una segunda jugada en una primera mitad regular, y aunque lo intentó todo en la segunda, sucumbió sin merecerlo

El Real Valladolid Promesas está recibiendo un clínic acelerado en estas primeras jornadas de lo que es la Segunda División B. Si en la primera jornada debió ganar y no pudo más que empatar, en la segunda ante el Coruxo FC tenía que haber sumado por lo menos un punto, y sin embargo cosechó la primera derrota sin merecerlo.
De nuevo, como ante el Sanse, el desastre vino de una acción que se suele decir desafortunada, aunque de esas que abren las carnes a los entrenadores. Si la semana anterior fueron una falta en la frontal y una prolongación en otra las que costaron dos puntos, esta vez se fue por lo menos uno por el sumidero por una segunda jugada que cogió a Silva solo para encarar a Diego Barrios y poner el uno a cero.
Hasta entonces el juego había sido deslabazado, a arreones, con mayor dominio por parte de los vigueses, sino del balón, sí del partido, dado que era capaz de neutralizar al centro del campo del filial. Este, de por sí, no estuvo fluido, al contrario que el primer día, y cometió muchos errores, sobre todo mediante Carrascal, que luego pagaría los platos rotos al ser sustituido en el descanso. Con él se marchó Sali, titubeante en su debut esta temporada, y que fue la otra permuta con respecto al once de la primera jornada.
Pese a que el filial no se encontró tuvo varias aproximaciones, sobre todo por la banda izquierda de Waldo y mediante un disparo duro abajo de Pedrosa que repelió Alberto Domínguez. Mientras tanto, el peligro local venía a balón parado, principalmente, así como en los robos y contragolpes rápidos que buscaban a Silva, que en una de estas rozó el tanto antes de que lo marcara su compañero Fernando, que seguía pendiente de un segundo envío tras uno primero en un saque de esquina.
Después del parón realizado para la hidratación, el Real Valladolid B mejoró, tras unos minutos malos. De nada sirvieron, porque el gol provocó que la sensación al descanso fuera, efectivamente, de que no estaba bien. De ahí los cambios comentados, que sentaron bien a los de Rivera porque, para empezar, Kike Pérez pasó a la base de la jugada, desde donde lo domina todo. La posición de Pablo, lateral con mucha proyección y ocupación en zonas interiores, así como la movilidad de Alberto Gil, permitieron ver una superioridad manifiesta por dentro.
Así, poco a poco el Promesas fue ganando en presencia en terreno rival, aunque sin llegar a generar peligro, de partida, más que en un par de tímidas intentonas lejanas. Sobrepasada la hora de juego, un balón llovido desde la derecha casi acaba en el fondo de las mallas verdes, pero el cancerbero del Coruxo detuvo sobre la línea. Tras una nueva pausa para beber, el filial marcó, pero había falta a Domínguez en la pugna por el envío aéreo.
Al tiempo que se iban agotando los minutos, los blanquivioletas seguían creciendo y los vigueses metían cada vez más la defensa en el área. Kike Pérez se echó el equipo a las espaldas y envió al larguero una falta en la frontal que acarició con la elegancia con la que marcó siete días atrás. Con la entrada de Kuki Zalazar en los minutos finales la sensación de acoso fue absoluta, y de nuevo el mediocentro toledano tuvo otra ocasión tras apoyarse en Alberto Gil y el propio Zalazar. Para su desgracia, cuando entró en el área, le quedó el balón en la derecha.
Fue bueno el juego en ese segundo tiempo, mucho, aunque no tan rotundo como en los primeros sesenta minutos disputados contra el Sanse. Sin embargo, otra vez la falta acierto de cara a puerta y los manidos detalles en defensa costaron puntos, al menos uno, cuando no los tres, aunque quizá estos habrían sido excesivos, como lo fueron para los de Jacobo Montes, un rival directo por la permanencia que aventaja en esas tres unidades al Promesas.
El Real Valladolid B tendrá el próximo domingo a partir de las 11:30 horas una nueva oportunidad de estrenar su casillero de triunfos ante el Rápido de Bouzas, que perdió por un contundente cuatro a cero ante la Cultural Leonesa en la primera fecha y en esta segunda lo ha hecho en casa por cero a tres ante el Navalcarnero.
Coruxo FC: Alberto Domínguez, Puime, Sergio Rodríguez, Antón, Crespo, Jacobo Trigo, Manu Justo, Fernando, Silva (Pablo Aguilera, min. 69), Mateo (Yebra, min. 64) y Samanes (Juanpa, min. 79).
(0) Real Valladolid B: Diego Barrios, Raúl Navarro, Mario Robles, Sali (Alberto Gil, min. 46), Corral, Kike Pérez, Javi Pérez (Zalazar, min. 84), Carrascal (Miguel, min. 46), Waldo, Pablo y Pedrosa.
Árbitro: Carralero Calvo (C.T. Madrileño) amonestó a los locales Silva y Fernando y a los visitantes Raúl Navarro y Mario.
Goles: 1-0, min. 43: Fernando.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada en el Grupo I de Segunda B disputado en el Campo O Vao de Coruxo (Vigo).
