Los blancos, dolidos tras caer en Copa y Champions de forma consecutiva, se medirán en Zorrilla a un Pucela que necesita ganar cuanto antes para evitar entrar en el descenso
El partido de este domingo a las 20:45 horas entre el Real Valladolid y Real Madrid no llega en un momento cualquiera. Tras la debacle madridista protagonizada por la caída ante el Barça, su eliminación copera y el adiós a Europa, los blancos visitan el José Zorrilla para medirse a un Pucela en igual estado de urgencia. Los de Sergio González, que no ganan desde la última semana de enero, podrán ser verdugos o víctimas de un conjunto totalmente desencajado por la situación que atraviesa.
No hay miedo en el territorio pucelano. Al menos ese ha sido el mensaje promovido desde el club a lo largo de la semana. Pese a las bajas de Borja, Stiven Plaza, Toni y Luismi, el equipo confía en sacar algo positivo tras el fin de semana liguero. Y eso que los últimos enfrentamientos no invitan al optimismo.
Tras perder por 3-1 en el campo del Espanyol el pasado dos de marzo son los vallisoletanos no conocen la victoria desde finales de enero. Al margen de la mala racha –un triunfo en once jornadas-, la plantilla sigue sin tocar la zona de descenso, aunque su margen de distancia se ha reducido a tan solo tres puntos sobre el antepenúltimo puesto.
El problema del gol sigue acechando a la plantilla y si bien es cierto que Alcaraz consiguió ver puerta en dicho cruce ante los pericos, la sensación de poca efectividad caracteriza los duelos de los vallisoletanos. A esto se suma la maldición de los penaltis durante esta temporada. Dos penas máximas señaladas en Liga y otras dos en la competición de Copa y todas con idéntico resultado: sin premio.
En el caso del Real Madrid la realidad reciente tampoco es plato de buen gusto. En apenas una semana los pupilos del todavía técnico Solari han caído derrotados en las tres máximas competiciones. Lo han hecho, además, frente al eterno rival, el Fútbol Club Barcelona, y ante un jovencísimo Ajax que zarandeó sin piedad al vigente campeón de Europa.
Los rumores sobre la llegada de un nuevo entrenador, el descontento de la plantilla y las lesiones de Vinicius, Carvajal y Lucas Vázquez conjugan una delicada situación de la que podría aprovecharse su próximo rival. Los más optimistas abogan por dar el golpe definitivo a los merengues, mientras que el sector precavido, encabezado por el técnico catalán, teme que el Real Valladolid pague los platos rotos. “Creo que es el peor momento de la temporada para jugar contra ellos, porque van a querer reivindicarse”, espetó González en su comparecencia.
En cualquier caso será un partido para no perderse y que cuenta con varios e interesantes antecedentes. Hasta en 42 ocasiones se han cruzado en Liga los dos equipos en Pisuerga, siempre en la máxima categoría, dejando un balance de 11 triunfos, 14 empates y 17 derrotas. La última victoria local se produjo en la temporada 2008/09 en un cruce que acabó con un 1-0 obra del uruguayo Canobbio. La penúltima, en cambio, se remonta a la campaña 2001/02 ante un contrario entrenado por Vicente del Bosque y con nombres ya legendarios como los de Raúl, Casillas, Roberto Carlos o su actual entrenador Solari.
El Real Madrid es a día de hoy tercero en la categoría con 48 puntos, pero su diferencia respecto al cuarto el incluso al quinto clasificado no es tan holgada como podría esperarse. El Getafe de Bordalás, por ejemplo, está a tan solo seis unidades de arrebatarle esa plaza que supondría un nuevo tropiezo en el curso de este vestuario.
En una rápida comparativa de datos pueden verse las grandes diferencias entre ambas entidades. Los de la capital acumulan 43 goles a favor por los escasos 20 de los castellanos. Los madridistas son, además, el segundo mejor visitante de este torneo con siete victorias a domicilio por las tres de su próximo oponente. Todo esto sin hablar del claramente desigual presupuesto.
En el partido de ida, no obstante, se vio a un Pucela valiente que tuvo contra las cuerdas a su contrario en todo momento. Aun así, el gol más cómico de Vinicius, cuyo disparo directo al córner rebotó en Olivas y alcanzó puerta, sumado al acierto Ramos desde el punto de penalti certificaron el 2-0 definitivo en el Santiago Bernabéu. Esta vez, el defensa andaluz no podrá celebrar un tanto similar en Zorrilla pues tendrá que cumplir sanción por acumulación de tarjetas.
El ambiente en el estadio se espera sea espectacular. Sobre todo por la calidad del enfrentamiento, pero también por la fan zone organizada para este evento que contará con varias actividades y que estará habilitada hasta tres horas antes del inicio.