El Parquesol afronta la primera de las cinco finales con algunas bajas, pero consciente de que los tres puntos son vitales para seguir dependiendo de sí mismo para quedar segundo

El partido más importante que le queda al Parquesol es el que le enfrenta al Olímpico. Por una sencilla razón: porque es el siguiente. Lejos del tópico del partido a partido es evidente que las naranjas, en vista de que el calendario exigente que se les aproxima, necesitan más que nunca sumar los tres puntos ante un equipo a priori más débil –al menos así lo refleja la tabla–. Pero eso ocurrió hace quince días ante La Solana y al resultado fue adverso, así que ya no hay confianzas que valgan.
El Olímpico de Mortalaz, primero de los cinco contrincantes que le quedan, es un equipo que siempre le ha puesto las cosas difíciles al conjunto naranja. Sin embargo, esta temporada no ha sido tan positiva como las anteriores y ocupa la undécima posición, si bien en las últimas semanas el plantel madrileño ha experimentado una mejoría.
Las victorias ante Alhóndiga y Nuestra Señora de Belén hace que la confianza haya mejorado de cara al partido de este domingo (17:00 horas). Aun así, como local, las madrileñas solo han sacado la victoria en dos ocasiones en toda la temporada, mientras que el Parquesol –pese a su derrota ante La Solana– sigue siendo, solo por detrás del Tacón, el equipo más fiable a domicilio.
Sin embargo en esta ocasión pintan bastos. Rubén Jiménez vuelve a tener el problema de las bajas, puesto que dos jugadoras importantes se quedarán en Valladolid por causas físicas. Ali y Murita, por lesión, no podrán viajar, aunque está previsto que la próxima semana puedan estar disponibles para el maratón final.
Por lo tanto, a Rubén se le presenta, al igual que hace quince días, un puzzle complicado de resolver para que las piezas no se desperdiguen y así lograr los tres puntos, que harían ver todo de otra manera. “Hay que ganar, sabemos que no va a ser cómodo por el tema de las bajas, es un campo al que nos tendremos que adaptar y el equipo tiene que responder ante ello“, sostiene y añade que es precisamente ante estos rivales “donde los equipos grandes tienen que demostrar que aspiran a lo máximo”.
“El Olímpico tiene jugadoras veteranas que saben controlar el partido. Me parece un equipo correoso, y si no nos adelantamos en el marcador ellas van a ser duras”, analiza el técnico naranja y destaca su buen contragolpe gracias a las extremos veloces y a una defensa cargada de experiencia. A ella se tendrá que enfrentar una Carolina que, ante la ausencia de Ali, se tendrá que echar el equipo a la espalda.
Con todo ello, el Parquesol puede salir muy reforzado de Madrid. Si consigue ganar y el Madrid B se deja puntos ante el Alhóndiga, se colocaría a una victoria de sellar matemáticamente la Primera B. Por eso es tan importante vencer, más allá de que el Olímpico no sea un rival directo. Para luchar por el objetivo, Rubén Jiménez se lleva a dieciséis jugadoras: Lucía, Martina; Iria, Paulita, Maka, Noe, Judy, Nata, Barbi, Rivas, Charle, Sandra, Yarima, Alicia Fernández, Alicia Rey, Carla y Carolina.
