Los ex futbolistas Davor Suker y Clarence Seedorf acompañaron a Ronaldo en el palco de autoridades durante la derrota del Real Valladolid ante el Sevilla

No se pudo quejar el Real Valladolid de compañía este domingo, pese a la derrota. No solo por la presencia de Ronaldo, que obviamente no es sorpresa, sino porque a su lado tuvo a dos excompañeros.
Dos de las caras más conocidas del fútbol en España, como son Davor Suker y Clarence Seedorf, que no se quisieron perder el partido contra el Sevilla, el cual dejó a un equipo fortalecido en la lucha por la Champions y a otro cada vez más cerca del precipicio.
Desde luego, si hubo calidad en el campo, también la hubo en el palco. Y es que hay que recordar que, pese a que los tres no coincidieron en el Real Madrid en el mismo periodo, sí han pasado por la entidad blanca, convirtiéndose en completos iconos.
Pero no solo por eso, también por su etapa en el Milan, donde se juntaron Ronaldo y Seedorf dos temporadas –la 2006/07 y la 2007/08–. En el caso de Suker, coincidió con Seedorf en el Real Madrid tres campañas –desde la 1996/97 hasta la 1999/00–, pero también goza de un vínculo con el Sevilla, después de jugar cinco temporadas en el club hispalense.
Ese fue precisamente el preámbulo a su fichaje por el club de la Castellana. Por ello, el croata acudió al hotel de los de Caparrós horas antes del encuentro de este domingo, donde recibió una camiseta de manos del presidente, José Castro, y del director deportivo, Monchi.
Pareció darles suerte, desde luego, pese a que los andaluces se volvieron a topar con el VAR. A su vez, los blanquivioletas disfrutaron de la primera resolución a su favor como local ya que, después de quince partidos en casa, la pantalla del José Zorrilla benefició al Real Valladolid al anular el tanto de Ben Yedder. Tuvieron que venir Seedorf y Suker en persona para creérselo.
Aunque eso no evitó la derrota del Real Valladolid de Ronaldo que, con visitas ilustres o sin ellas, se empeña en complicarse la vida para lo que resta de temporada. Aun así, siempre es bonito ver tanta calidad junta, aunque sea desde el palco y trajeados. Desde luego, si se vistieran de corto en Zorrilla, la lucha por la permanencia sería un juego de niños.
