Nueva pieza de opinión de la sección ‘Jugador Nº12’, la primera firmada por Rubén Arranz.
Leyendo la pregunta que ayer hizo a sus oyentes a través de Twitter Chus Rodríguez para su programa Directo Marca Valladolid, me parece que es un buen tema para crear un debate interesante, siempre y cuando no se caiga en el típico tópico del “porque sí” o el “porque no”.
La pregunta era: ¿Valoras la posibilidad de que Manucho pueda ser titular con Javi Guerra disponible? A lo cual pensé, para mí: “Claro, ¿por qué no? Si Manucho está al nivel actual -y mejorando- y Javi Guerra sigue estancado no le veo ningún impedimento”.
Es cierto que Javi Guerra, con su espectacular rendimiento de la temporada pasada, se ha ganado un crédito muy grande y muy elevado en el Real Valladolid, fruto de su esfuerzo, sudor, trabajo e insistencia. Pero no es menos cierto que el crédito que se ganó con un excelente rendimiento no le hace marcar los goles que marcaba antes.
Yo soy de los que piensa que Manucho -el cual ha dado un giro de 180º en cuanto a actitud, compromiso y madurez gracias al apoyo e insistencia del vestuario- a día de hoy está en mejor forma que los otros tres delanteros, si bien es cierto que Dani Aquino no ha tenido tiempo de demostrar nada al no haber contado casi con minutos en el equipo.
El angoleño, en segunda división, es deportivamente muy aprovechable, y más con la cantidad de centros que le llegan de Peña o de Nauzet, ya que su mayor virtud, a mi juicio, son los remates de cabeza. Se le juntan altura, potencia y eficacia.
El sábado pudimos ver un Manucho muy trabajador. Podía estar rematando a gol un córner, que en la siguiente jugada lo estaba despejando de su propio área, alejando el peligro de gol del Villarreal B. Buscó muy bien los espacios en los contraataques para quedarse solo y encarar portería, aunque en casi todos le pitaron fuera de juego. Tambien supo abrir muy bien los huecos en la defensa para facilitar las penetraciones de Sisi y Óscar. Ese llamado trabajo sucio, en definitiva, algo que a la vista de la mayoría de la gente suele pasar desapercibido.
Es habitual que a cualquier afición le suela molestar que la estrella del equipo se quede en el banquillo o en la grada, pero a mí particularmente no me molesta si en ese preciso momento hay alguien en su puesto en mejor estado de forma y más enchufado. Hay que mirar por el bien del equipo y dejar las preferencias personales a un lado antes de tildar a los jugadores de egoístas que solo miran por ellos y no miran por el club.
Nosotros, siendo condescendientes, caemos en el mismo error. La típica frase de “es un lujo para un equipo como el nuestro tener a este jugador en el banquillo” carece de validez alguna si detrás no hay una argumentación expuesta con su debido razonamiento, aunque se esté o no de acuerdo después.
Eso sí, está más que demostrado que, si Javi Guerra está al 100%, a su verdadero nivel, todo esto que anteriormente he expuesto se autodestruiría en 3, 2, 1… Y Manucho pasaría a un papel más cercano al de complemento del equipo titular, tal y como parecía ser hasta que entró en el once este sábado pasado.
Me alegro mucho de que Manucho haya madurado. Me alegro especialmente porque yo habré sido una de las personas que más duro le ha criticado y menos margen de confianza le dio en su momento. Espero que no sea un espejismo y que el no tener un comecocos al lado llamado Hugo Passos le haya hecho ver que el camino que ha optado por coger ahora es el correcto, y que caminando se sigue llegando más y más lejos. Si sigue así tendrá mi apoyo más grande y absoluto hasta que demuestre lo contrario.
No obstante, esto último que he dicho me lo tendrá que confirmar el consejo de sabios de las más altas ondas hertzianas, que por lo visto deben tener siempre la última palabra. Espero no haber hecho el Don Tancredo.
¡Que siga así Manucho, y AÚPA PUCELA!