Contracrónica del Real Betis 1-2 Real Valladolid
Debut agridulce. Primer partido oficial de Sandro Ramírez, la cesión estrella del primer Real Valladolid confeccionado desde el principio por Ronaldo. Agridulce, eso sí. Dulce porque provocó la expulsión del portero bético tras un desmarque perfecto a la espalda de Bartra. Agrio porque en esa jugada, tan solo 7 minutos después del pitido inicial, una lesión muscular le obligó a salir del campo. No pasa nada. Se le perdona. El gol recae sobre sus botas esta temporada. No fue el único debutante. El canterano Salisu, que se estrenó ayer en Liga, aprobó en su duro examen ante El Panda. Su 1,91 metros le convierte en un central muy seguro en balones aéreos. Sus largas piernas le empujan a ser un defensa ágil y rápido al corte. Sus 20 años invitan al optimismo con esta joven promesa. En el gol del Real Betis salió en la foto, pero como al resto del estadio, Carvalho le engañó con el caño. Apuesta de Sergio.
Ay la derecha. Menos mal que veremos pocas veces en el once titular del Real Valladolid una banda derecha formada por Moyano y Antoñito. Por separado, más o menos pueden cumplir, pero juntos desesperan. En defensa, por veteranía, desempeñan su trabajo. En ataque, nulos. Ni una llegada con peligro y ningún centro con destinatario. En la jugada que más lejos llegó Antoñito, en el minuto 29, se le apagaron las luces cuando pisó área. No buscó el disparo y no asistió a nadie. Era ocasión clarísima de gol. Y para colmo, ambos vieron amarilla antes de cumplir la primera hora. La mejor noticia es que MAG, Ronaldo, Sergio y toda la afición lo tienen claro. De ahí que el club se reforzase bien en esta posición. Dos cesiones estelares: Pedro Porro, recién fichado por el Manchester City, y De Frutos, de lo mejorcito del Castilla. Jugarán juntos el 80% de los minutos y eso es bueno. Sobre todo para los corazones.
Zurdas que valen oro. El Real Valladolid se llevó la victoria fuera de casa y ante una plantilla de Champions (las hay peores en Europa) con más garra que fútbol. De lo segundo, muy justito. Alcaraz y Míchel no pueden ofrecer mucho más de lo que dan en ataque. Sin otro centrocampista que aporte algo más de chispa e ideas en el centro del campo, Sergio González lo va a pasar mal. Es ahí, en esa posición, donde apareció Sergi Guardiola. Bajó a recibir más que nunca, jugó de espaldas con cabeza e hizo algo de daño, tampoco en exceso, cada vez que tocaba el balón. El pase a lo Guti en la expulsión de Yoel ahí queda. Lo mejor llegó en 62’. Zapatazo y al fondo de la red. Todos contentos, pero por poco. Empató Loren y el partido respiraba tablas. Hasta que Óscar Plano, que solo se pudo lucir tapando los huecos de Nacho en defensa, dio a su equipo tres puntos con otro zurdazo. Como el de Sergi. Valen oro…
