El que fuera capitán del Real Valladolid Promesas abandona la entidad en la que pasó toda una vida para, como deseaba, afrontar un nuevo reto

Mario Robles ha dejado de ser, después de quince años, jugador del Real Valladolid. El central del Promesas emprenderá así una nueva aventura como profesional en el UE Cornellá del Grupo III, a donde se marcha traspasado, y no cedido, como se esperaba desde el inicio del mercado. Después de toda una vida como blanquivioleta, afrontará un nuevo y mayor reto en un club que jugó el último play-off de ascenso a Segunda División, hecho que tratará de reeditar, algo para lo que ha firmado a jugadores de la calla de Óscar Prats o Fer Pina y para lo que contará con Eloy Gila, Cristian Lobato o el excompañero de Robles en el filial como es el punta colombiano Juan Camilo Becerra.
Con este traspaso, el canterano colma las esperanzas con las que arrancó el verano; el afán de dar un salto a un club en el que poder elevar el nivel de competitividad máximo que permite un filial. Después de disputar 134 partidos con el Promesas, a sus veintitrés años –cumple veinticuatro en enero–, debido a sus emolumentos y ante la presencia de otros activos importantes en su posición, quizás con una proyección y un potencial mayor, la dirección deportiva aceptó facilitarle esa salida, como finalmente ha sucedido, si bien la idea primigenia era que fuera en calidad de cedido.
Esta nueva fórmula, sin embargo, se encuadra en los mismos términos y bajo las mismas intenciones y decisiones previamente adoptadas para con un capitán intachable en sus cinco temporadas en el filial y en las quince que acumuló como blanquivioleta, unos colores que a buen seguro seguirá sintiendo como suyos ya fuera de Valladolid. El brazalete, bien lo sabe, se queda a buen recaudo en el brazo de Rober Corral.
