El Atlético Tordesillas apuesta por una mezcla de veteranía y juventud de cara a una temporada en el Grupo VIII de Tercera División que se presume competida y otra vez estimulante

El Grupo VIII de la Tercera División se prevé apasionante un año más. La competencia se prevé durísima por alcanzar las posiciones de play-off, tras una temporada que ninguno de los grandes proyectos acabó con un ascenso. Los Zamora, Gimnástica Segoviana, Arandina y CD Numancia B convivieron con una clase media de la que formó parte el Atlético Tordesillas, undécimo al final, aunque estuvo mejor situado en algunos momentos del curso. Esta campaña continuará formando parte de ella, aunque arranca con una incógnita: cómo responderá su reconstruido y remozado plantel a un contexto que para muchos es nuevo.
Mucho se ha hablado del convenio ampliado con el Real Valladolid, por el cual han desembarcado en Las Salinas siete futbolistas, más de la mitad de los trece fichajes llevados a cabo por el conjunto rojiblanco. De estos, la gran mayoría son jugadores jóvenes o con bagaje escaso en la categoría, que mezclan con otros que sí la conocen, bien gracias a otras experiencias o porque forman parte de los diez renovados.
Santi Sedano contará con Farolo, Aitor Delgado, Abel Blanco, Abraham, Villa, Cisneros, Miguel, Héctor, Roberto Simón y Oli, parte de la que fue su guardia pretoriana durante la pasada temporada y llamados a dotar de empaque a la plantilla a pesar de la juventud de varios de ellos.
Dejando al margen a los cedidos del Pucela, también lo son algunos de los recién llegados, como Julio Rengel, que comienza su segundo año como amateur, lo que convierte a Miguel Intxausti (33 años) y a Villa (30) en los únicos que alcanzan la treintena, seguidos de Roberto Simón (28) y Aitor Delgado (27). Por contra, los siete nacidos en el 2000 –los blanquivioletas– no cumplirán la veintena hasta el año entrante, agudizando el contraste. No hay temor a él, no obstante. Hay esperanza y unas expectativas creadas con base en el triunfo en el Trofeo Diputación que deben refrendarse: hay calidad. Ahora habrá que ver para cuánto alcanza.
Así queda confeccionada la plantilla
- Portería: Farolo (sigue) y Fernando Rodríguez (Salamanca B).
- Defensa: Abel Blanco (sigue), Yuberth (UD Santa Marta), Escribano (Béjar Industrial), David Gómez (cedido Real Valladolid), Aitor Delgado (sigue), Abraham (sigue), Poveda (cedido Real Valladolid).
- Centro del campo: David Sanz (cedido Real Valladolid), Luismi (cedido Real Valladolid), Miguel Intxausti (CD Coria), Miguel (sigue), Héctor (sigue), Cisneros (sigue), Roberto Simón (sigue) y Asamoah (cedido Real Valladolid).
- Ataque: Campos (cedido Real Valladolid), Oli (sigue), Rafa (cedido Real Valladolid), Villa (sigue), Alberto Veintimilla (Villa de Simancas) y Julio Rengel (Universidad de Valladolid).
Durante todo el verano el Atlético Tordesillas ha tenido serios problemas en la posición de central, que trató de reforzar sin éxito y que, para más inri, se vieron acuciados por la lesión temprana de David Gómez, un esguince de rodilla que le ha apartado del inicio de la competición. La baja de Viti, inesperada (en dirección a la Segoviana), dejó al blanquivioleta y al también incorporado Escribano como únicos jugadores naturales para un puesto difícil de cubrir. Lo han venido ocupando otros hombres de un perfil defensivo como Abraham o Abel Blanco, ambos laterales, o como Intxausti, mediocentro defensivo.
Por el contrario, la plantilla rojiblanca tendrá gran versatilidad y una importante fortaleza interior, toda vez que unos cuantos de sus jugadores son capaces de adaptarse a diferentes posiciones, especialmente varios de los que se desenvuelven naturalmente por dentro, como son los casos de Miguel, Cisneros, Roberto Simón, Asamoah o incluso Alberto Veintimilla, delantero centro que puede partir desde un costado si Santi Sedano así lo necesita. Las alternativas, por lo tanto, están garantizadas.
Veintimilla será, junto a Julio Rengel, el hombre gol en su segundo año en el fútbol de Castilla y León. Después de seis años en la Tercera asturiana, y después de un brevísimo periodo de prueba en el propio Atlético Tordesillas el pasado verano, recaló en el Villa de Simancas, en el que hizo veintiocho goles y con el que fue máximo goleador del Grupo B de la Regional Aficionado, en el que su compañero alcanzó la docena de tantos.

En esta misma categoría vienen de militar Fernando Rodríguez, que competirá con Farolo tras el ascender con el Salamanca B, y uno de los centrales, Escribano, quien conoce la Tercera de sus etapas en el Villaralbo o en el Amanecer extremeño, grupo en el que compitió la temporada pasada Intxausti, ‘el abuelo’ de la plantilla y que sabe lo que es militar en la Segunda B. Un patrón semejante al de los dos primeros cumple Yuberth: destacó en Preferente y logró el ascenso con el Júpiter Leonés, si bien procede del Santa Marta.
El resto de caras nuevas, las ya conocidas que proceden del Real Valladolid, son las que hacen que el rendimiento sea una incógnita incluso para su propio entrenador. La calidad de los Poveda, David Gómez, Luismi, Rafa y compañía quedó demostrada con de la tercera posición de la última División de Honor en su grupo quinto.
Sin embargo, ahora que dan el salto a sénior, deberán refrendar un nivel que en lo personal debería ayudarles a retornar a Los Anexos y, en lo colectivo, ha de permitir que la temporada vuelva a ser plácida otra vez por Las Salinas. Soñar con repetir la bonita campaña vivida hace dos años es gratis. No obstante, la presencia de los cuatro que hicieron play-off la última, además de los Palencia Cristo, Real Ávila o Atlético Astorga dificultará cualquier empresa ambiciosa.
