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De resaca ante el Sevilla: Antifútbol vs. corazón

por Gonzalo Castro
25 de noviembre de 2019
Foto: LFP

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Primera derrota del Real Valladolid en el José Zorrilla esta temporada. Los de Sergio González, con más corazón que juego, merecieron premio. Al menos, buscaron la victoria hasta al final. El Sevilla, en cambio, se la encontró antes de tiempo y la amarró con antifútbol. Un solitario gol desde los once metros de Banega (necesitó dos intentos) le sirvió a Lopetegui para ganar tres duros puntos.

 

Rabia. El Sevilla se llevó los tres puntos del José Zorrilla gracias a un penalti que tuvó que lanzar dos veces. El resto del partido sacó de quicio al estadio. Los de Lopetegui cumplieron a rajatabla las órdenes: evitar jugar al fútbol. Hace tiempo que no veía tantas faltas en un partido. Perdieron tiempo más de la mitad del partido. El árbitro, el más controvertido que ha pisado Pucela en años. ¡Solo añadió, entre las dos partes, cinco minutos! Y las amarillas se las dejó en los vestuarios. Luego está lo del penalti. Creo que la RFEF debe estudiar esa norma. Quitan toda la emoción. Es imposible pararlo. ¿Se acuerdan de las paradas de Iker Casillas ante Italia en la imborrable tanda de penaltis? Pues eso, que se hubieran repetido con VAR. Eso sí, con un mal arbitraje no justifico la derrota del equipo, que hizo pocas cosquillas al Sevilla, muy cómodo con y sin balón.

Irregular. Míchel es un jugador que atraviesa varios niveles de juego a lo largo de un partido. Puede lucirse con quince minutos impecables y después fallarte inexplicablemente tres pases fáciles. Este domingo, junto a un irreconocible San Emeterio, echó en falta a Alcaraz, que calentó pero no jugó. Otra cosa: Sergio, por favor, aconseja a Míchel que no lance todas las jugadas a balón parado del equipo. Genera peligro una vez cada muchos intentos. Pese a esto, creo que es una pieza fundamental en este Real Valladolid. Todas las jugadas ofensivas pasan por sus botas. Su labor defensiva, intachable. Algo similar ocurre con Olivas y Guardiola, pilares en defensa y en ataque. Sin estos tres, el Pucela pasaría de puntillas por Primera.

Dudas. Otro partido más sin ver a Pedro Porro correr por la banda. ¿Por qué me quitas esta ilusión, Sergio? Creo que el chaval se lo merece. Moyano en ataque aporta menos. En defensa te cumple, sí, pero eso no es suficiente. Sandro y Guardiola lo intentaron con garra pero sin puntería. Algo así le ocurrió a Plano, en una de sus versiones más inofensivas del curso. Me gustó Hervías en su mejor partido. Nacho, que bailó con las más feas, notable, como casi siempre. Frenar a Ocampos –qué jugadorazo– y a Navas, en su segunda juventud, está al alcance de muy pocos laterales. Olivas cortó de raíz cualquier ataque. Los porteros, invisibles. Poco trabajo. Todo se lo llevó el árbitro, que quiso ser el gran protagonista.

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