La actual media de derrotas del Real Valladolid, así como la de goles encajados y el hecho de ser el segundo mejor equipo a domicilio invitan a ser optimistas con respecto al ascenso, siempre que, como pide Djukic, se mejoren los números en casa.
Se ha hablado mucho a lo largo de la temporada de lo inseguro que se ha ido mostrando en labores defensivas el equipo de Miroslav Djukic. También de que a domicilio el equipo no carbura, no puntúa. Durante momentos puntuales de la temporada puede ser que así fuese, que la zaga vallisoletana fallase demasiado y que el cómputo del equipo no diese la talla fuera del Nuevo José Zorrilla. No en la actualidad.
Y es que después del bache que afrontó el equipo en el pasado mes de febrero, los partidos disputados en el vigente de marzo han servido para ver como la diferencia con Real Club Celta se ha recortado ya en tres puntos gracias especialmente a las dos victorias logradas fuera de casa, con las que, además. A su vez, pese a no ser capaces de mantener la meta propia a cero, por los tantos encajados por los rivales, se ha situado junto a Córdoba y Almería como el conjunto que menos goles encaja, además de ser el segundo mejor visitante de la categoría.
Si uno se detiene en estas estadísticas verá como los soldados del almirante Miroslav pasan por ser una falange muy difícil de quebrar, tal y como demuestra el hecho de ser también quienes menos caen en segunda división, junto al Almería, algo que si bien no garantiza el ascenso -menos aún en el actual formato- sí puede ayudar a que éste llegue finalmente.
Si uno echa la mirada atrás, podrá comprobar como desde la temporada 2006/07, en la que el Real Valladolid forjó el récord de puntos aún en vigor, tan solo el Hércules en el curso 2008/09 se quedó sin probar las mieles del ascenso a pesar de ser el equipo menos derrotado. El propio Pucela, el Numancia, la Real Sociedad y el Betis ascendieron, y además en condición de campeones.
De entre las últimas cinco campañas, la inquebrantabilidad ha sido compartida únicamente la pasada, entre Betis, Rayo Vallecano, Elche y Celta de Vigo, por lo que podría decirse que ser el conjunto que en menos ocasiones cae otorga muchas posibilidades de ascenso a quien lo hace, ya que seis de los últimos nueve equipos que han presumido de tal condición han disputado la siguiente temporada en la máxima categoría.
Si una serie de tropiezos indeseados impidiesen al Real Valladolid sacar pecho de ese modo, la preocupación no ha de adueñarse del pucelanismo amante de la estadística, a no ser que los suyos acumulen más de diez derrotas, pues de los últimos quince ascensores, ninguno ha sumado once o más. De hecho, tan solo Almería, Málaga, Sporting y Granada subieron después de no sumar puntos en diez partidos.
De la línea seguida por la blanca y violeta a lo largo de la temporada se desprende una media de siete derrotas al final de la misma, número de caídas con el que ascendió el Zaragoza hace tres años y tan solo mejorada por el Hércules -que curiosamente no subió- ese mismo ejercicio y por el Pucela de los records.
Encajar pocos tantos y sumar a domicilio, claves en las últimas temporadas
Tener un goleador destacado no asegura el ascenso pero, ¿y encajar poco? El Recreativo de Huelva, equipo menos goleado la pasada temporada, no logró más que ocupar la duodécima plaza. Antes, también la Real Sociedad y Castellón encajaron menos que nadie, y sin embargo no subieron, algo que sí hicieron el Hércules y el Real Valladolid de los records.
Un cuarenta por ciento de los equipos que menos tantos han recibido ha ascendido, por tanto. Sumando esta estadística a la anterior, puede verse como tan solo el Real Valladolid de José Luis Mendilibar subió como el plantel que menos goles y derrotas había encajado, hecho que serviría para desmitificar estas condiciones siempre que se quiera hacer una lectura parcial de las mismas.
Haciéndola global, se valorará no ya al que cae y recibe menos, por la dificultad que entraña ser quien lo hace, sino el hacerlo poco. Y en ese caso, como en el anterior, por más que las estadísticas no sean más que números en un mundo imprevisible, sí invitan a la confianza, puesto que ninguno de los últimos quince equipos ascendidos tuvo una media más baja de goles encajados:
42’2 a lo largo de la temporada y poco más de uno por partido, frente al 0’9 por encuentro y 37’8 para el total del campeonato que promedia el Real Valladolid.
Estos guarismos podrán cumplirse si, como Miroslav Djukic reclama, el equipo continúa siendo intenso. Si lo hace en casa, las victorias llegarán, y con ellas el ascenso, afirma, pues a domicilio se sumará por la pura inercia de ganar en casa. Sin embargo, conviene prestar también atención a las probabilidades de ascenso de aquellos equipos que se han erigido en las últimas cinco campañas como el rival más peligroso a recibir.
De los cinco que lo hicieron, Rayo Vallecano, Xerez, Numancia y Real Valladolid en el último ascenso consiguieron coger la escalera mecánica al cielo de primera, los tres últimos tras campeonar. Tan solo el Cartagena se quedó sin subir después de ser el mejor equipo fuera en la temporada 2009/10, en la que Hércules, Real Sociedad y Levante no fueron capaces de lograr más que cinco, tres y seis victorias fuera, respectivamente, número este último alcanzado ya por los hombres de Djukic.
Estos tres equipos y el Granada, con apenas tres victorias logradas fuera de Los Cármenes el pasado año, rebajan la media de puntuación a domicilio de los equipos ascendidos en las últimas cinco competiciones ligueras a apenas treinta, número que parece fácil que alcance el Pucela, pero también Hércules, Elche, Almería, Deportivo o Celta, único equipo que actualmente mejora los números fuera de los blanquivioletas.
Precisamente son los vigueses, en la actualidad, los mayores rivales en la carrera por el ascenso directo, toda vez que el Deportivo de La Coruña parece haberse escapado de forma casi definitiva. Como el Real Valladolid, en la primera vuelta sumaron ante los rivales que restan de aquí a final de temporada veintiún puntos, puntuación que deben mejorar los vallisoletanos si quieren desbancar a los celestes.
Para ello será necesario mantener la progresión actual de puntos a domicilio, de goles encajados y de derrotas y no dejar escapar más puntos del Nuevo José Zorrilla. Los números, las medias y las estadísticas, en fútbol, como en la vida, no están más que para romperse. Si el equipo sigue caminando con la seguridad en las alforjas, manteniendo sus buenas cifras y mejorando las que no son tan buenas, el ascenso llegará. Seguro.
